En una primera etapa, el impacto de la pandemia en los territorios palestinos fue relativamente leve. En paralelo con el descenso de casos y muertes en Israel, el gobierno decidió comenzar un proceso de reapertura y lo peor parecía haber pasado
El presidente palestino, Mahmud Abbas, decretó este domingo el estado de emergencia durante un mes en los territorios palestinos por el aumento marcado de casos nuevos de coronavirus tras la reapertura de las últimas semanas.
La decisión de Abbas solo será aplicada en uno de los tres territorios palestinos ocupados, Cisjordania, ya que hace más de 13 años que su gobierno no controla la Franja de Gaza -bajo dominio del movimiento islamista Hamas- y más de 40 que perdió cualquier poder real sobre Jerusalén este, anexada unilateralmente por Israel.
«Las autoridades tienen que seguir tomando todas las medidas necesarias para afrontar los peligros del coronavirus, proteger la salud pública» y garantizar «la seguridad y estabilidad»,exigió el decreto presidencial, según la agencia oficial de noticias Wafa, reproducida por la agencia EFE.
El viernes pasado, Abbas ya había dado la orden de cerrar Cisjordania, paralizar toda la actividad económica no esencial y restringir al máximo la movilidad entre las ciudades por cinco días.
En una primera etapa, el impacto de la pandemia en los territorios palestinos fue relativamente leve. En paralelo con el descenso de casos y muertes en Israel, el Gobierno palestino decidió comenzar un proceso de reapertura y lo peor parecía haber pasado.
Pero la desescalada derivó en un incremento de los casos y un ligero aumento en el número de muertos, una dinámica que esta semana alcanzó cifras récord y un pico preocupante.
Dos personas fallecieron y doce se contagiaron hoy, lo que eleva el total a 19 y 208, respectivamente, según el Ministerio de Salud palestino.
Por ahora, los tres territorios palestinos ocupados -Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza- y su población de 5 millones registraron un total de 4.458 infectados.