El candidato a la intendencia de Montevideo Álvaro Villar dialogó con CLG y contó cómo es el proyecto para llevar al torneo continental al Uruguay. Pero suman a ¿Santa Fe?
Por Gonzalo Santamaría
Mes crucial para la Copa Libertadores. En julio las reuniones en Conmebol para empezar a diagramar el resto del torneo continental que se detuvo a causa de la pandemia se intensifican. Las propuestas llegarán desde los distintos puntos del continente y entre ellas está la posibilidad de un modelo europeo de sede única. En este sentido, Uruguay viene asomando, pero ¿Paraguay?, ¿Argentina? y ¿Santa Fe?
Lisboa será la sede de los últimos partidos de la Uefa Champions League. En América, Uruguay quiere proponer a Montevideo como centro de la Libertadores. Como mínimo posee tres estadios capacitados: Centenario, Gran Parque Central de Nacional y Campeón del Siglo de Peñarol. El próximo jueves habrá una reunión entre las autoridades de la Secretaría Nacional del Deporte de Uruguay a cargo de Sebastián Bauzá y la Conmebol. La posibilidad de sumar a Asunción está en carpeta y también ronda la idea de proponer la idea a dos provincias argentinas, entre ellas Santa Fe.
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A la competencia le restan 157 partidos en su formato original (128 de primera fase, 16 de octavos, 8 de cuartos, 4 de semifinales y uno de la final). Este año la final tendría que disputarse en el estadio Maracaná, en Río de Janeiro, Brasil, un país muy afectado por el coronavirus.
Todo esto está en “veremos”, pues la Conmebol planea el fin del torneo, pero sin dudas debe decidir primero dónde se jugará y Montevideo, al menos mediáticamente, ya hizo avances para recibir al mejor fútbol del continente.
La propuesta la trajo el candidato a intendente montevideano Álvaro Villar, un médico neurocirujano que dirige hace más de 10 años un hospital público. El pasado martes la reunión entre el dirigente político y autoridades de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) dio buenos resultados, ya que se habló de hasta tres partidos por día sólo en el Centenario. Para Villar será una clara prueba para recibir la final del formato convencional en 2022, además incentivará al turismo y a la economía de La Nueva Troya, como la llamó Alejandro Dumas en su novela publicada en 1850.
CLG dialogó con Villar sobre la posibilidad de terminar la Copa Libertadores en el país oriental, uno de los menos afectados por la covid-19.
El político, en primer lugar, sostuvo que Uruguay está “viviendo una evolución favorable” sobre la pandemia: “Ha sido muy importante que se hayan tomado las medidas correctas”, explicó. Además defendió el trabajo en conjunto del oficialismo, la oposición y el apoyo de la Confederación Sindical Gremial del Uruguay, que nuclea a casi la totalidad de los trabajadores, a las medidas tomadas y “eso derivó en un acatamiento muy alto y de manera voluntaria”.
En segundo término, destacó el sistema de salud nacional que al ser uno solo “tiene una red de primer nivel muy importante” lo que permitió que la mayoría de los casos de coronavirus en Uruguay fueran atendidos en sus casas particulares. “La gente no fue a los hospitales y entonces no hubo contagio hospitalario como en España o Italia”, manifestó el médico de 57 años.
Según expuso Villar a CLG, la cantidad de tests de coronavirus en Uruguay es similar “por cantidad de habitantes” a países que evidenciaron resultados favorables ante la pandemia como Alemania o Corea del Sur.
Por eso desde Montevideo creen que el formato elegido en la Champions League puede caber perfectamente en Sudamérica. “Están los tres estadios, se pueden sumar dos más y hay capacidad hotelera ya que la pandemia vació el sector”.
Luego de sus palabras abrió la posibilidad de combinar el proyecto con Paraguay y/o Argentina: “Dentro de las posibilidades está coordinar con algunas provincias argentinas como el caso de Santa Fe que tiene buenos resultados, Mendoza también”. El uruguayo marcó los estadios de Central, Newell’s, Colón y Unión como las posibles sedes en la provincia.
Para Villar la Libertadores “se tiene que jugar en un donde estén las garantías sanitarias y capacidad de testeo por día, ya que será clave para responder a las necesidades en esta coyuntura” y Uruguay, planteó Álvaro, cumple con esos requisitos.
En este sentido, el político tomó como ejemplo el “Plan Retorno”, que se utilizó para traer uruguayos varados por la pandemia a lo largo del mundo, “un procedimiento similar al que habría que utilizar con los jugadores y equipos”. El que contempla un hisopado al ingresar al país, una cuarentena “que definirán el comité de científicos, epidemiólogos y el Ministerio de Salud Pública de Uruguay” dependiendo del país que vienen y la situación de cada equipo porque “una cuarentena antes de jugar es fundamental”, marcó Villar.
La presentación de este proyecto ante la Conmebol depende la AUF, el gobierno uruguayo y el de Montevideo. Restan definir cómo se financiarán los tests, cómo se distribuirá la hotelería ya que no sólo se trata de deportistas y sus delegaciones sino también de periodistas.
Dentro de la hotelería no se contempla la llegada del público de otros países. Villar manifestó que “por ahora” se debe pensar una Copa sin hinchas: “Tienen que pasar muchas cosas para animarnos a jugarlo con público”. En Sudamérica hay casi 2 millones y medio de contagiados, Uruguay aporta menos de 1.000 a ese número.
Algo más que fútbol
Álvaro Villar será candidato por el Frente Amplio de las elecciones primarias para la intendencia del departamento de Montevideo el 27 de septiembre. Se medirá contra Ana Cosse y Daniel Martínez (también del Frente Amplio), Laura Raffo (Partido Independiente), Eduardo Rubio (Asamblea Popular) y Leonel García (Partido Verde Animalista).
En este contexto el candidato ve más allá de los comicios y la preocupación por la caída económica en el sector hotelero, gastronómico y cultural, a raíz del cierre de fronteras y medidas de aislamiento, “preocupa”. “Para salir de esta crisis económica y reactivar la situación de Uruguay proponemos la organización de la Libertadores, creemos que será clave y se justifica la inversión”, resolvió Villar y aclaró que la propuesta tendrá que ser aprobada, o no, “mucho antes” que las elecciones.