Tenía 54 años y las primeras informaciones indican que fue atacada por dos hombres encapuchados, este lunes en su vivienda de la localidad entrerriana
Una docente jubilada de 54 años fue asesinada en su vivienda de la ciudad entrerriana de Concordia aparentemente al ser atacada por dos hombres que se hallaban encapuchados, y la autopsia determinó que falleció como consecuencia de asfixia por ahorcamiento y por múltiples golpes en el cráneo, informaron hoy fuentes policiales.
El hecho se conoció este martes, pero ocurrió el lunes cerca de las 10 de la mañana en una casa de la calle San Luis al 1000, de esa ciudad entrerriana. , donde fue encontrada muerta María Teresa Galli (54), una docente jubilada.
Según las fuentes policiales, una hermana de la víctima fue quien descubrió el crimen al llegar a la vivienda y ver que se alejaban dos hombres encapuchados.
Según relató la mujer a la policía, alrededor de las 9 de de la mañana el jardinero la llamó ya que su hermana no atendía el timbre, por lo que intentó comunicarse con ella pero tampoco respondió el teléfono celular.
Ante esa situación, se dirigió a la casa y al arribar y abrir la vivienda, halló a su hermana en el suelo y a «dos hombres encapuchados que corrieron hacia el fondo de la casa y escaparon por los techos de los vecinos».
La mujer alertó de inmediato a la policía y pocos minutos después llegaron varios patrulleros con efectivos que comenzaron a revisar la zona, aunque no lograron encontrar a los homicidas.
Por otro lado, la autopsia preliminar realizada esta mañana reveló que el cuerpo presentaba «una serie de golpes con un objeto contundente en el cráneo» y una herida de presión lineal en el cuello, compatible con ahorcamiento, con una soga o cordón grueso.
La principal línea investigativa que llevan adelante los tres fiscales intervinientes, José Arias, Francisco Azcué y Mario Guerrero, apunta a un crimen en ocasión de robo, a pesar de que en principio no se hallaron faltantes en la vivienda.
Los pesquisas intentan determinar si en los últimos días la mujer habría retirado dinero o comentado a sus allegados sobre posibles elementos de valor que tendría guardados y quieren establecer la hora del llegada del jardinero y cuánto demoró en avisar a la hermana de la víctima.
También se realizaban distintos peritajes en los principales accesos a la vivienda para intentar determinar si alguna de ellas fue violentada o si la víctima le abrió la puerta a quienes luego fueron sus homicidas.
En el lugar trabajó personal de la División de Criminalística de la Policía de Entre Ríos, quienes tomaron huellas en la vivienda; bajo la supervisión de los fiscales a cargo de la causa y personal policial de la Jefatura Departamental Concordia.
En tanto, desplegaron un operativo de búsqueda de los sospechosos en toda la ciudad, aunque por el momento el resultado fue negativo.
La víctima era una reconocida profesora jubilada de biología y educación para la Salud, que había ejercido la docencia en una escuela y un instituto de profesorado, por lo que sus conocidos publicaron mensajes en las redes sociales.
«Bronca e impotencia»; «ícono de la docencia»; «docente ejemplar y excelente persona»; «de las mejores profesoras»; «gracias por cada consejo y afecto»; y pedidos de justicia son algunos de los textos.