Así lo reveló el Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica, al presentar un documento estadístico. En el país, el 21,8% de los chicos menores vive hacinado
La pobreza entre los chicos de cero a 17 años creció 7,8 puntos porcentuales en 2019 y alcanzó al 59,5% de esta población, mientras que la indigencia aumentó 3,9 puntos y afectó al 14,9%.
Así lo reveló este martes el Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica, al presentar un documento estadístico correspondiente al Barómetro de la Deuda Social de la Infancia titulado: «Condiciones de vida de las Infancias Pre- pandemia COVID-19».
El 21,8% de los chicos menores viven hacinados en la Argentina, una situación que impide el distanciamiento social que exigen las políticas sanitarias contra el coronavirus y que complica el aislamiento ordenado por la cuarentena obligatoria.
Los indicadores del espacio del hábitat de vida siguen una tendencia muy estable a lo largo del tiempo, entre 2010 y 2019, pero con algunas mejoras relevantes en el último período como en el déficit de saneamiento y contaminación medio ambiental. Mientras que la calidad de la vivienda y propensión al hacinamiento siguen una tendencia más estancada, según el informe académico, realizado sobre la base de datos relevados antes de la pandemia de coronavirus.
En cualquier caso los niveles de déficit siguen siendo muy elevados, en 2019, la contaminación medio ambiental afectaba al 46,9% de los chicos/as, el déficit de saneamiento al 40,1%, la calidad precaria de la vivienda al 23,9% y el hacinamiento al 21,8%.
Estos datos, dice el informe, son muy relevantes para pensar los tiempos de aislamiento social y principales medidas de higiene personal que se requieren para la prevención frente a la enfermedad que está afectando al mundo entero.
En la dimensión de la subsistencia la situación de las infancias es muy delicada: La pobreza monetaria se ha incrementado de modo significativo afectando en 2019 al 59,5% de los chicos menores de 17 años, con un incremento de la indigencia por ingresos que llegó al 14,8%.
«En los últimos dos años (2018 y 2019) se agudizó de modo muy relevante la crisis socioeconómica y afectó especialmente a los hogares con niños», dice el informe.
La pobreza de tipo estructural a través del indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) sigue un curso estable con cierta tendencia a la baja, pero todavía afecta a 27,6% de los chicos en el país urbano. Todo esto ocurre aun con una protección social a la infancia a través de la Asignación Universal por Hijo (AUH) que ha logrado una cobertura del 41%, según la UCA.
En el actual contexto, los hogares beneficiarios de la AUH están recibiendo un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que se espera compense en parte la no percepción de ingresos laborales de los hogares como efecto inmediato de la medida preventiva frente al COVID-19 de la cuarentena. Asimismo, alrededor de un 70% de estos hogares debería recibir un aporte adicional orientado a la compra de alimentos denominado Tarjeta Alimentar.