El secretario local de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios dialogó con CLG. Compartió el preocupante panorama que viven gran parte de los empresarios como consecuencia de la pandemia
Por Diego Carballido
En la medida que comienzan a flexibilizarse algunas restricciones implementadas por el aislamiento preventivo, social y obligatorio que produjo el coronavirus, emergen las dificultades de diversos sectores que han padecido el cierre o la suspensión de sus actividades económicas.
Tal es el caso de las pequeñas y medianas empresas que están viviendo «un momento muy difícil», según aseguró Juan José Sisca, secretario de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), en diálogo con CLG.
«Hemos descendido muy bajo, porque veníamos de cuatro años en caída durante el gobierno de Macri, y cuando pensábamos que íbamos a empezar a crecer apareció la pandemia y volvió todo para atrás», expresó Sisca.
Para el referente de Apyme, «los que peor la están pasando son los comercios relacionados con el turismo y la gastronomía, a pesar de que, poco a poco, van pudiendo abrir», pero también aclaró: «Las industrias de maquinarias agrícolas están trabajando muy bien y hasta haciendo horas extras».
«Esta situación demuestra la importancia de un Estado presente que, de alguna manera, está llegando a casi todos los sectores tratando de mitigar la falta de trabajo y producción», dijo Sisca y aseguró: «Sin la intervención del Estado, hubiesen desaparecidos todas las pymes».
Sisca adelantó que Apyme se encuentra trabajando en una encuesta a nivel nacional donde se van a reflejar los números que está dejando esta pandemia en materia de trabajo y producción para las pequeñas y medianas empresas.
«Una vez superada la pandemia, habría que poner en marcha un modelo industrial con inclusión social», aseveró Sisca y para ello sería necesario tomar una serie de medidas orientadas a la «sustitución de importaciones, apoyo de la industria nacional, el control del comercio exterior, otra ley de entidades financieras que las convierta en un servicio público y no en un servicio para los bancos, una nueva ley tributaria que haga pagar a quienes más ganan y una segmentación para favorecer a las pymes».
En el caso de Rosario, los números con los que cuenta la entidad reflejan que el 80% de las pymes tuvo que «asistirse con los créditos del 24% a 12 meses o con los salarios que paga la Afip», afirmó Sisca y que «más del 60% de las empresas vieron disminuidas sus ventas en un 50%».
«Una pyme no tiene distintos negocios de varios rubros. Nuestra vida gira en torno a nuestras fábricas y si le va mal al país, a nosotros nos va mal porque vivimos del mercado interno», concluyó Sisca.