Opinión

Berni desenfundó otra vez y tiró a quemarropa


Por Carlos Duclos

“Algo se está gestando, lo siento al respirar; es como una voz nueva que al fin comienza a hablar”, dice la recordada canción de Arco Iris, compuesta por Gustavo Santaolalla. Y cuando en los últimos tiempos se escucha hablar al ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, no se oculta la pregunta en algunos de si estos duros disparos políticos a quemarropa no son señales de que algo se esta gestando. Parecería que algo se siente al respirar el aire político nacional.

Primero fue, recuérdese, la liberación de los presos aprovechando la controvertida cuestión de los contagios por el Covid-19. En esa ocasión, Berni se mostró decididamente en contra y dijo: “La verdad es que es una situación muy excepcional, donde mi visión no tiene mucha injerencia porque las cárceles dependen por un lado administrativamente del Ministerio de Justicia, y la libertad de cada uno de los presos depende de los jueces. Por suerte para los presos no depende de mi opinión, porque no sale ninguno”, para añadir luego que “nadie sabe a quién se liberó, dónde están, qué hicieron. Muchos de los que se liberaron no pertenecen a grupos de riesgo”.

Ahora Berni fue más allá y mandó un mensaje muy claro con respecto al manejo que se está dando al aislamiento en ciertos sectores de la capital del país y el Gran Buenos Aires. Tras defender a su policía, como es su costumbre y lo demanda su rol más que de jefe de líder (hecho que no pasa inadvertido para la tropa), dijo que “lo que le pasa a la gente en la calle no es lo mismo que se siente a veces en algunas oficinas donde se toman definiciones». «Y me parece que hay que salir a caminar un poco más y hablar un poco más con la gente», remarcó. Y añadió: “Hay actores que toman definiciones que deberían tener un poco más de realismo y un cara a cara con la sociedad«.

Las palabras de Berni, aunque aclaró que estaban dirigidas para propios y ajenos, parece que estuvieron más dedicadas a un sector del peronismo, porque evidentemente su policía es de la provincia de Buenos Aires y no de la Capital Federal. Y en este marco cabe una pregunta: ¿hay internas ya dentro de la estructura del partido gobernante? ¿Son enojos eventuales o son efectos de diferencias ideológicas y despliegue de acciones con las que el ministro no está de acuerdo? ¿Berni está hoy más cerca de Alberto que de Cristina?

El enojo del médico y teniente coronel del Ejército Argentino, un hombre que llega a los controles manejando su propia moto y que se caracteriza por sus arengas motivadoras a la fuerza, fue después de una reunión en la Casa Rosada. ¿Quiénes participaron de esa reunión? El ministro del Interior, Eduardo «Wado» De Pedro, y su colega de Salud, Ginés González García; el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, los titulares de las carteras de Salud, Fernán Quirós, de la Capital y Daniel Gollán, de la provincia de Buenos Aires. También estaban Sabina Frederic, ministra de Seguridad de la Nación.

¿Lo de Berni responde a su naturaleza imbuida de su formación militar o es el diminuto asomo de alineaciones dentro de la estructura del poder gobernante?