El jefe del interbloque de senadores de Cambiemos, Luis Naidenoff, señaló que «independientemente de la convocatoria a extraordinarias, una de las primeras cosas que hay que hacer es tratar el desafuero de Cristina Kirchner».
Naidenoff se expresó así en medio de la discusión entre el oficialismo y el justicialismo por la eventual convocatoria a sesiones extraordinarias del Congreso en febrero y la agenda de proyectos de ley que el Gobierno tiene pendientes y que se concentran casi todos en el Senado.
«Independientemente de la convocatoria a extraordinarias y los temas, tenemos una cuestión pendiente que es constituir a la Comisión de Asuntos Constitucionales para tratar el pedido de desafuero de la senadora Cristina Kirchner», señaló el jefe de la bancada oficialista en diálogo con NA.
El senador nacional por Formosa indicó que el tratamiento del pedido de desafuero que envió al Senado el juez federal Claudio Bonadio, en el marco de la causa que investiga el presunto encubrimiento de los iraníes acusados de volar la AMIA, «es una de las primeras cosas que hay que hacer».
Al ratificar la intención de someter a debate el pedido de desafuero de la ex presidenta, el oficialismo sumó un elemento más a la puja con el Bloque Justicialista que preside Miguel Pichetto, quien ya adelantó el rechazo de esa bancada a la solicitud del juez federal.
Previamente, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, había manifestado que «no se suspenden las extraordinarias» previstas para febrero y de esta manera rechazó que la falta de acuerdo con el justicialismo en torno a algunos de los proyectos de la agenda obligue a esperar a marzo para sesionar.
En las últimas horas trascendió que la idea del Gobierno de convocar a sesiones extraordinarias para febrero había perdido fuerza porque el oficialismo no cuenta por el momento con acuerdos parlamentarios para aprobar los tres proyectos más importantes que impulsa: las reformas laboral y electoral, y la reforma del Ministerio Público Fiscal.
Las primeras dos iniciativas no cuentan con el aval del Bloque Justicialista que comanda Miguel Pichetto, que no quiere votar la reforma laboral sin la aprobación explícita de la CGT y no puede avanzar con la electoral porque los gobernadores peronistas ya le bajaron el pulgar en 2016.
La reforma del Ministerio Público Fiscal, en tanto, quedó trabada en el Senado porque Cambiemos no aceptó las modificaciones que el justicialismo hizo al proyecto, por entender que mantenía la estructura montada por la ex procuradora general Alejandra Gils Carbó.
Fuentes del oficialismo consultadas por NA ratificaron que, sin embargo, no habría inconvenientes en convocar al Congreso en febrero para tratar proyectos que presentan menos conflicto, como la reforma del mercado de capitales.
El último miércoles Pichetto se reunió con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en la Casa Rosada y le transmitió que no compartía la urgencia que mostraba el Poder Ejecutivo por sesionar en febrero, tras haber expresado semanas atrás su negativa a tratar en ese período la reforma laboral.
Por su parte, Naidenoff desestimó en declaraciones a esta agencia la posibilidad de avanzar con la reforma electoral en febrero, al señalar que el proyecto «merece un debate con la participación de todos los actores, con el tiempo suficiente y la discusión que se requiera».
De todo modos, el Gobierno ya se había resignado a dejar en suspenso el debate de esa iniciativa, a la espera de alcanzar acuerdos con los gremios de la CGT, donde hay postura disímiles en torno a la iniciativa.