Patricia Sandoval tiene 37 años, es hija de padres mexicanos y nació en Estados Unidos. Conferencista de Provida y conductora de televisión, se convirtió en una referente del movimiento que afirma que la vida comienza desde la concepción. Antes de llegar a ser una líder de la causa, atravesó momentos críticos tras abortar en tres oportunidades. En dialogó exclusivo Con La Gente durante su visita a Rosario, la joven norteamericana afirmó que «no existe el aborto seguro» y que «los los médicos utilizan los fetos para crear productos cosméticos».
Cuando tenía 19 años, Patricia decidió abortar por primera vez. Posteriormente, sin éxito con los métodos anticonceptivos, quedó embarazada otras dos veces. Y volvió a abortar. Con el tiempo, comenzó a trabajar en la clínica donde realizó estas prácticas y allí evidenció lo que sucedía detrás de las puertas. Su testimonio expone una vida de dolor que terminó en una fuerte depresión en las drogas.
«Lo que me llevó al aborto en tres ocasiones fue la ignorancia, el miedo y el engaño. Los médicos me dijeron que no era nada, simplemente una bolsa de células y que era la mejor opción para mí. Nunca me hablaron de los daños ni de los síntomas post aborto. Además, a esa edad, el que dirá de la gente te influye mucho», contó Sandoval.
Dos meses después de la última experiencia, empezó a trabajar en la clínica Planned Parenthood, en California, donde la interrupción del embarazo es legal: “Cuando comencé a trabajar era feliz, porque pensaba que iba a ayudar a las mujeres. Pero no fue así, me sorprendí y vi la verdad de los horrores del aborto».
«Allí me manipularon, me dijeron que nunca use la palabra bebé, mamá o papá. Tampoco la palabra feto porque da dignidad humana. Que a todas las mujeres durante la consulta les diga que es una nada, que no cuente nada de lo que pasaba tras las puertas y que jamás les diga a las mujeres que los bebés eran tirados en la basura”, continuó con frialdad Patricia.
Al poco tiempo, toda su alegría por trabajar en un lugar prestigioso se transformó en una pesadilla: «Cuando asistí a mi primer aborto me encontré con bebés despedazados. Mujeres salían de allí con el vientre perforado, con muchos daños físicos y emocionales. De hecho, hay mujeres que han muerto durante un aborto. Vi todos esos errores trabajando allí».
«No existe el aborto seguro porque es una operación donde el médico no puede ver dentro del viente, es un trabajo a ciegas»
Durante su estadía en la reconocida clínica que tiene sedes en toda Latinoamérica, la joven investigó sobre el funcionamiento del lugar: «Todo esto significaba una ganancia para ellos. Lo que hacen es promocionar un concepto falso que es el sexo seguro. Regalan condones o métodos anticonceptivos gratis. Eso falla y la chica queda embarazada. Llegan a la clínica, abortan y luego se repite el mismo ciclo. Hay una estadística que marca que más del 50% de las chicas que abortan una vez, lo hacen dos veces. Es una trampa».
«Las juntas que teníamos en la oficina eran para planificar como obtener más abortos y engañar más jóvenes. Me amenazaban diciéndome que si las chicas no abortaban, me iban a despedir»
Al evidenciar todas estas situaciones, quién ahora se desempaña como conferencista, cambió su visión sobres los abortos que había practicado y entró en un pico de depresión. Al ponerse en pareja con un joven adicto a las drogas, comenzó a consumir diferentes sustancias y lo perdió todo. Hasta que su vida hizo un click.
«A mí me engañaron, no les importó ni mi vida ni mi salud. Me dijeron que eran tres bolsas de células y eran tres hijos míos. Aborté tres seres humanos. Ahí me decepcioné y me sentí asesina. Salí de la clínica traumada y me refugié en las drogas. Gracias a mi mamá regresé a mi casa, pero el cambio lo hice al ver la realidad: niños en los basureros y médicos engañando a las mujeres», señaló Sandoval.
Patricia fue una de las expositoras que sentó su postura en contra de la legalización del aborto en las audiencias que se realizaron en el Congreso. Además, en marzo fue una de las oradoras en la marcha Provida realizada en Buenos Aires.
Al analizar el debate que atraviesa la Argentina, sentenció que «con lo demostrado por la tecnología, la ciencia y la medicina, si tú no quieres creer que es un ser humano, es porque quieres ser un ignorante. Las personas están muy cerradas». Además, agregó: «Nunca se habla del síndrome post aborto. ¿Por qué no se le dice a la mujer antes de abortar que puede morir? Si a las mujeres se les dicen todas las secuelas emocionales, mentales y físicas que esto conlleva, pienso que ninguna abortaría”.
Días atrás, el Padre Pepe manifestó en la última ronda de expositores ante los legisladores del Congreso su rechazo a la ley que busca la legalización del aborto y dijo que es «impulsada» por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En este sentido, Sandoval afirmó que el aborto responde a políticas del poder económica mundial: «La fundadora de unas de las clínicas abortivas más grandes de Estados Unidos trabajó este tema porque quería eliminar las razas. Es un genocidio, un control de natalidad donde quieren terminar con los pobres».
En el marco de su visita a Rosario, la conductora de televisión dio una charla en el Colegio Virgen del Rosario durante la tarde de este jueves. Ante la presencia de los estudiantes, expuso su testimonio y sensaciones sobre el proyecto de despenalización del aborto que se votará en la Cámara de Diputados el próximo 13 de junio.
Desde hace años, videos e informes han puesto en la mira el fin que se le da a los fetos tras abortar. Sobre esto, la joven norteamericana contó su propia experiencia: «Dentro de la clínica trabajé en una oficina con dermatólogos donde unas cremas que nosotros vendíamos eran de niños con síndrome de down abortados. El día que conocí los ingredientes de las cremas me fui del lugar. Viví en primera persona el hecho de que los médicos utilizan los fetos para crear productos cosméticos».
«No estamos en contra de la mujer ni le quitamos un derecho. Todo lo contrario, se lo estamos dando y estamos a favor de ella para que sepa la verdad. Luchamos por eso», concluyó la líder de Provida.