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Roma: la embajadora ante el Vaticano encabezó la celebración por el 25 de Mayo


Foto: Twitter @ArgSantaSede

Con menos de la mitad de la capacidad de la Iglesia, Silva convocó a "ser un pueblo, una nación y una Patria soberana en unión y en cuidado"

La embajadora ante el Vaticano, María Fernanda Silva, encabezó este lunes en Roma la celebración del 25 de Mayo, de la que participaron todas las sedes diplomáticas nacionales con presencia en la capital italiana, en la que recordó «la hazaña de los hombres y de las mujeres de Mayo».

«Vivimos un tiempo para el asombro en el que como bien nos dice nuestro papa Francisco tenemos que crear el futuro, no dejar que ocurra. Por eso es tan importante esa comisión para la post-pandemia, para el pensamiento y la acción», planteó Silva durante su mensaje tras la misa celebrada en la Iglesia argentina de Roma.

Con menos de la mitad de la capacidad de la Iglesia, por las disposiciones sanitarias del gobierno italiano, Silva convocó a «ser un pueblo, una nación y una Patria soberana en unión y en cuidado» y agregó: «Cuando decimos es con todos y es con todas, nos salen bien las cosas».

En su único momento sin barbijo durante la hora y media de ceremonia, Silva planteó que hace 210 años se dio «un momento en el que el pueblo empezó a soñarse soberano». «En esa época no había Whatsapp, no había Zoom, había que estar y poner el cuerpo. Había ideas que venían de Europa, de Estados Unidos y que también venían de Haití. Y esas mujeres y varones quisieron saber de qué se trata, se convocaron en la Plaza, que entonces era de la Victoria, y decidieron dejar de ser los vecinos o la gente, y se juntaron para ser pueblo», planteó.

Antes de que empezara a sonar el himno argentino cantado por Mercedes Sosa, Silva destacó que «cuando nos juntamos para ser pueblo, los argentino y las argentinas hacemos grandes sacrificios, igual que los latinoamericanos y las latinoamericanas». Así, recordó a los «hombres y mujeres que lo dieron todo y que merecen mil películas y cien series, pero qué pocas tenemos para contar esa hazaña».

«Eran hombres y mujeres que quizás no debían ser perfectos en sus vidas, pero fue perfecta su batalla, y perfecta su victoria. Y de esa victorias somos herederos y herederas», sostuvo la diplomática, en su primera actividad oficial tras presentar el sábado sus cartas credenciales al papa Francisco. «Por eso nos enamoramos de la Patria. Y en cada 25 le volvemos a decir que sí a ese amor. El de la Patria es el primer amor», agregó.

En la celebración, que cumplió estrictamente los protocolos de distanciamiento social decretados por el gobierno italiano, participaron también los titulares de las embajadas ante Italia, Tomás Ferrari, y ante los organismos de Naciones Unidas con presencia en Roma, Carlos Cherniak, además de la Cónsul General en la capital italiana María Lucía Dougherty de Sánchez. También estuvo presente el cuerpo diplomático de las cuatro representaciones, así como el personal local de la embajada ante el Vaticano.

Con el barbijo de rigor, en una ceremonia que contó con cerca de 40 personas a un metro de distancia, estuvo también el oficial de protocolo de la Secretaría de Estado del Vaticano, el monseñor argentino Guillermo Karcher.

En sus palabras, Silva recordó también la labor de la red consular argentina «desde esos primeros días en los que nadie sabía bien de qué se trataba esa pandemia ni de qué había que protegerse» en las tareas de logística para el regreso a la Argentina de más de 200.000 personas desde todo el mundo, y dedicó una mención especial a la recientemente fallecida embajadora en Irlanda, Laura Bernal.

En ese marco, animó a los diplomáticos a poner «la mística que hemos tenido al servicio de pensar la post pandemia y qué lugar debe ocupar nuestro país en esa post pandemia», recordando las palabras del papa Francisco de que «nadie se salva solo» de esta crisis.