Es la cifra diaria más baja por segundo día consecutivo desde fines de marzo, al tiempo que el fallecimiento de un bebé por la rara enfermedad de Kawasaki, posiblemente vinculada a la pandemia, sacudió al país
El gobierno británico informó este lunes de 160 nuevas muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, la cifra diaria más baja por segundo día consecutivo desde fines de marzo, al tiempo que el fallecimiento de un bebé por la rara enfermedad de Kawasaki, posiblemente vinculada a la pandemia, sacudió al país.
El Ministerio de Salud informó que los infectados ya superan los 230.000, mientras que los muertos se acercan a los 34.800, un balance que parece mostrar una desaceleración tras más de dos meses y medio de luchar contra la pandemia.
Al mismo tiempo que el gobierno se concentra en cómo reabrir el país, los británicos fueron sacudidos por la noticia de que, tras seis semanas de internación, un bebé de ocho meses falleció hoy por una rara enfermedad que está empezando a tener brotes en Europa y Estados Unidos, por lo que crecen las sospechas sobre un posible vínculo con el coronavirus.
En Europa, los casos de niños con la enfermedad de Kawasaki ya suman 230, mientras en Estados Unidos se estudian otros 100 casos más, la mayoría en Nueva York, el epicentro de la pandemia en ese país.
La aparición de este caso en Reino Unido podría afectar el ya acalorado debate sobre la reapertura de las escuelas.
El gobierno del conservador Boris Johnson presentó un polémico plan de desescalada en el que se dispone a reabrir en fases los colegios de escuela primera el 1 de junio, lo que generó críticas de algunos sindicato de profesores a raíz de las dudosas medidas de seguridad para evitar contagios.
Patrick Roach, el secretario del sindicato de los maestros Nasuwt le exigió al gobierno la semana pasada más detalles ya que, señaló que las mediciones sobre la propagación del virus están en un nivel considerado peligroso por la fácil extensión del virus.
El plan de reapertura del gobierno regirá por el momento solo en Inglaterra, puesto que las regiones autónomas, Irlanda del Norte, Escocia y Gales, se niegan a levantar el confinamiento por considerarla prematura.
Ante las reservas del cuerpo docente, el ministro de Salud, Matt Hancock, anunció en el Parlamento que para tratar de reducir las posibilidades de que los menores transmitan infecciones, a partir de hoy se podrá solicitar un test de Covid-19 para todas aquellas personas mayores de cinco años que muestren síntomas compatibles con la enfermedad.
Hancock informó que ya contrataron a 21.000 personas para comenzar con un programa de detección de las cadenas de contagio para evitar nuevos brotes descontrolados con las reaperturas de actividades económicas y sociales.
Por su parte, el viceconsejero médico británico, Jonathan Van-Tam, subrayó en una conferencia de prensa que se están rebajando las pautas de distancia social «paso a paso» para evitar una segunda oleada, al tiempo que se mejora la preparación de los servicios de emergencias por si se producen «repuntes de casos» en el futuro.
«Solo si logramos una vacuna que sea realmente capaz de suprimir los niveles de la enfermedad podremos decir que hemos superado esto», advirtió Van-Tam.
«Vamos a tener que vivir y aprender a vivir con este virus durante largo tiempo», concluyó Van-Tam.
En este contexto, el Sistema Nacional de Salud británico modificó hoy sus guías sanitarias para incluir la pérdida del gusto y del olfato como síntomas del coronavirus, además de la fiebre y la tos, como se especificaba hasta ahora.