Fue acusado de abusar de cinco mujeres, tres menores y dos mayores, que eran integrantes de una congregación evangélica
Un pastor boliviano fue condenado a 14 años de prisión tras ser acusado de abusar de cinco mujeres, tres menores y dos mayores, en la ciudad de San Pedro de Jujuy, que eran integrantes de una congregación evangélica, informaron hoy fuentes judiciales.
La condena de cumplimiento efectivo, que emitieron los jueces del Tribunal Criminal N° 1, recae sobre Saúl Ichu Guaseve (de 56 años), pastor del Ministerio Internacional Cristiano, quien llegó a juicio oral imputado por «abuso sexual simple en cuatro hechos, un abuso sexual con acceso carnal, agravado por ser ministro de un culto religioso no reconocido».
La investigación penal de los hechos estuvo a cargo de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género y Sexual N° 2, tras la denuncia de las madres de cinco mujeres, dos mayores y tres menores, que fueron víctimas del condenado desde el 2012, de acuerdo a la primera denuncia recibida.
Según las fuentes, la fiscalía comprobó todos los abusos cometidos por el pastor, cinco en total, uno de ellos con acceso carnal.
Las víctimas que lo denunciaron residen en San Pedro de Jujuy y junto con sus familias formaban parte de la congregación religiosa que lideraba Guaseve.
«El pastor llegó a Jujuy procedente de Bolivia en el 2008 pero la primera denuncia se da en febrero de 2017 cuando dos hermanas denunciaron los abusos a su madre y por esos hechos fue arrestado, se allanó el domicilio y se secuestró documentación referida a la iglesia que conformaba, como sellos y certificados», dijo hoy a Télam el fiscal José Alfredo Blanco, quien investigó los casos.
Y agregó que Guaseve estaba creando en la ciudad de San Pedro (64 kilómetros al este de San Salvador de Jujuy) una iglesia que se llamaba Ministerio Internacional Cristiano donde «varias familias lo acompañaban porque lo consideraban su guía espiritual y programaban reuniones en distintas casas y centros vecinales».
Luego de la primera denuncia se presentaron tres víctimas más, resultando en estos casos ser dos menores de edad y una mujer mayor.
«Muchas veces hacían reuniones en las casas, los fieles lo invitaban a comer, a dormir, por lo que compartía muchas cosas. Cuando las chicas se quedaban solas, cometía los abusos», relató el fiscal y señaló que Guaseve era pastor de un culto religioso que no está oficialmente reconocido.