El actual entrenador del seleccionado argentino de básquet busca la chance de volver a conducir un club y se ilusiona con la Liga Española. Su contrato con la Confederación Argentina vence en enero
El entrenador del seleccionado argentino de básquet, Sergio Hernández, avisó que permanece «atento a la posibilidad de ir a dirigir a la liga de España», aclaró que su contrato con la Confederación Argentina (CABB) «vence en enero del año próximo», y que ya le avisó a sus autoridades de su «preocupación por llevar varios años sin estar conduciendo equipos de clubes».
El bahiense Hernández, de 56 años, ya tuvo un paso por el básquet español en la temporada 2002-2003, cuando dirigió al Alerta Cantabria Lobos, desde donde regresó para sumarse por dos temporadas a Boca Juniors, con el que se adjudicó la Liga Nacional de Básquetbol y el Campeonato Sudamericano, antes de sumarse en 2005 por primera vez al seleccionado argentino, en el que en esa primera etapa permaneció hasta 2010.
«Me tengo que plantear situaciones a partir de ahora, porque mi contrato con la CABB finaliza en enero de 2021«, le confió la «Oveja» Hernández a Radio Marca, de España, a partir de la preocupación que le genera el hecho de que los Juegos Olímpicos de Tokio se hayan postergado para el año próximo.
«Es que ya le había comunicado a la CABB que quería terminar mi etapa en la selección después de los próximos Juegos Olímpicos», advirtió, ya que esa postergación choca contra sus deseos de abandonar la conducción del equipo nacional, algo que bien podría suceder a fin de año, por lo que no estaría en la capital japonesa a mediados del año próximo si no llega a extender su contrato por alguna oferta que le llegue desde Europa.
Hernández volvió al seleccionado argentino en 2015 nuevamente por cinco años, todo un signo de su trayectoria al frente del representativo nacional, y el año pasado se consagró subcampeón mundial en China 2019.
«Lo que pasa es que el hecho de no poder dirigir clubes me tiene preocupado, porque ya llevo más de cinco años fuera del circuito y estoy echando en falta el tener un poco más de continuidad en el trabajo», destacó Hernández, que al igual que Diego Simeone en el fútbol, parece necesitar del día a día con más asiduidad, aunque a diferencia del «Cholo» ya se dio «el gusto» de dirigir a la selección.
Por eso ahora, a los 56 años (tendrá 57 cuando expire su contrato con la CABB), Hernández tenía una decisión tomada de iniciar la próxima temporada dirigiendo en el básquet europeo, apenas concluyeran los Juegos Olímpicos, pero esa postergación de un año complicó esos planes y ahora, de persistir en esa intención, tendrá que abordarla debiendo abandonar la dirección técnica del seleccionado nacional.
«Los argentinos tenemos con la liga española (ACB) mucha afinidad, porque la nuestra en Argentina fue creada a imagen y semejanza de la ACB. De hecho tuvimos muchos jugadores y entrenadores allí. Por eso para mí sería un enorme placer dirigir allí y estoy siempre atento a la posibilidad de ir a España», afirmó, ratificando sus intenciones de partir.
Hernández apoyó un movimiento realizado por las principales cabezas de la «Generación Dorada», con Emanuel Gibnóbili y Andrés Nocioni haciendo punta, que generó una renovación en la dirección de la CABB que llevó en 2014 al entonces presidente Germán Vaccaro, acusado de aparentes manejos «desprolijos» en la conducción de la entidad, a dejarle su lugar a Federico Susbielles.
Susbielles, bahiense como Hernández, dejó el cargo el pasado 19 de diciembre en poder de Fabián Borro, al no contar con los avales suficientes como para darle vigencia a su continuidad al frente de la CABB, pero aunque el presidente entrante anunciara que intentará que la «Oveja siga en la selección», la sintonía entre ambos no está en la misma frecuencia que con la conducción anterior.
Y Hernández tiene también otra llave de entrada en la liga española que la integran tres de sus dirigidos en la selección: Facundo Campazzo, Nicolás Laprovíttola y Gabriel Deck, todos ellos figuras del «campeonísimo» Real Madrid.
Claro que el base cordobés, hoy convertido en una verdadera estrella de los «merengues», es su «hijo pródigo», porque supo dirigirlo en una etapa floreciente de Peñarol, de Mar del Plata (fue su técnico entre 2007 y 2013, los últimos años ‘part time’ con el seleccionado nacional) y participó de su desarrollo y posterior explosión en la Liga Nacional.
Ahora San Antonio Spurs, el equipo donde Ginóbili dejó una huella imborrable, y Dallas Mavericks pusieron sus ojos en Campazzo para que a los 29 años (los cumplió el 23 de marzo) forme parte de ellos en la próxima temporada de la NBA.
«Es verdad que hablo mucho con ‘Facu’ en estos días sobre el tema de la NBA. Por suerte recién ahora él está más relajado con ese tema, porque de hecho juega en el mejor club del mundo que es Real Madrid, pero además siendo protagonista», refirió el entrenador nacido en Bahía Blanca el 1 de noviembre de 1963.
«Es que Campazzo es un jugador que necesita la acción y le hace falta jugar. Por eso quizá para la próxima temporada algún equipo NBA se lance a ficharlo. Pero entonces las condiciones serán superiores a las que tenía hasta ahora , porque ya no irá de relleno de equipo o de tercer base, sino para cumplir un rol importante en la franquicia en la que le toque estar», auguró Hernández, que quizá no pueda volver a cruzarse con el cordobés en el corto plazo, ni en España ni en la selección.