La periodista de espectáculos fue el rostro de la sección en El Trece, pero luego de 25 años optó por salir e iniciar un nuevo camino. En una entrevista con CLG habló de todo
Por Mario Luzuriaga
Durante 25 años, la periodista Catalina Dlugi, fue la cara visible de la sección de espectáculos de El Trece.
Luego de su salida del canal, Catalina se dedicó a su portal web y a su programa radial, pero así también tuvo tiempo para dedicarse a la literatura y emprendió la escritura de un libro sobre mujeres en el cine.
En diálogo con CLG, Catalina Dlugi contó sus inicios, experiencias y vivencias a lo largo de su prolífica trayectoria.
—¿Cómo inició su carrera en el espectáculo?
—Cuando terminé el secundario inicié la carrera de psicología, pero en colegio yo era la editora del diario de la escuela. No me convenció la carrera y busqué los lugares donde estudiar periodismo. Había dos posibilidades en ese momento, uno era el Instituto Grafotécnico en Buenos Aires, o si no tenía que ir a La Plata. Estudié en el Grafotécnico y obtuve una beca en Editorial Atlántida; en ese momento estaba de vacaciones y me llegó tarde dicha beca. Entonces a mi regreso me quería matar y finalmente me presenté. Mi primera nota fue con «Humor redondo», grupo cómico integrado por los hermanos Jorge y Carlos Basurto, Juan Carlos Mesa, Aldo Cammarotta y Carlos Garaycochea.
—Le salió redonda la nota…
—(Risas) Sí, por suerte. Recuerdo que esa nota la titulé «Tribunal de mujeres» porque se me ocurrió preguntarle por sus esposas.
—¿Cuánto tiempo estuvo en Atlántida?
—Trabajé un año, después me echaron, yo estaba haciendo lo que se dice el «zócalo» en la profesión, cubrir los estrenos y por suerte tuve mucha gente que me ayudó mucho. Me mandaron a hacer ese trabajo cuando empezás que es un embole, en donde hacés recorridas nocturnas, ir a los restaurantes y estrenos. Más adelante me empezaron a dar notas y más o menos al año, hubo limpieza de personal y nos fuimos nosotros que no estábamos fijos y ahí no sabía qué hacer. En ese momento conocí a quien es hoy mi marido y a él se le ocurrió preguntarle a un amigo que me conectó en la editorial Julio Korn. Ahí entré en la revista «Antena» y después pasé a revista «Radiolandia», donde pasé por todos los puestos hasta llegar a la dirección.
—¿En qué momento entró a «Radiolandia»?
—Fue cuando la revista cambió y pasó a ser de actualidad. «Antena» era un poquito más intelectual, éramos un grupo muy lindo en el que estaba Alberto Amato, con quien trabajé en Clarín. Fue una cosa distinta, en «Antena» era más personalizada porque nos hacían firmar las notas; y «Radiolandia» fue lindo como experiencia porque se tocaba la actualidad.
—Siendo una conocedora de cine, se habrá topado con una gran caudal de películas importantes.
—Me tocaron cubrir películas de Isabel Sarli, fuimos a entrevistarla junto con Armando Bo en Plaza de Mayo contra la censura de Néstor Tato, que les cortaba las películas en diagonal más o menos.
—¿Cuándo llegó a El Trece?
—Después de «Radiolandia» me ofrecieron hacer radio y estuve en Continental y Rivadavia. Luego estando en Radio Mitre, al Clarín tomar la emisora y Canal 13, me llevaron al canal. Primero estuve haciendo producción y realmente no me interesaba hacer televisión. Me dijeron que necesitaban a alguien que sepa de espectáculos y una vez que estaba haciendo un programa, echaron a los conductores y casi me obligaron a salir al aire (risas).
—¿Estuvo durante 25 años?
—Sí, y estuve junto Guillermo «Maccu» Mazzucca y de ahí llegué a los 25 años en tele. A partir de ese momento dije que me tenía que ir porque me consideraba parte del inventario (risas). Ahí empecé otra etapa, al ser una fecha redonda dije «ya está» y me vino bien salir un poco de la zona de confort. Yo ya estaba haciendo «Agarrate Catalina», el programa que hago ahora, en Radio Ciudad. Necesitaba un cambio y empecé a crear mi página y estoy contenta de la decisión que tomé.
—No solo hace radio, sino que también ha escrito un libro.
—Exacto, fue «Mujeres, cámara acción», junto a Rolando Gallego, fue un verdadero placer. Anteriormente hice un libro sobre galanes, que lo llamé «Los dueños del deseo». Esta idea es de Rolando y tenía un proyecto con otro periodista acerca de esta temática. No había un libro que retratara el trabajo de cineastas argentinas, sólo hay algo sobre lo que hizo María Luisa Bemberg y nada más. Entonces necesitaban una mujer para la escritura y pensaron en mí. Entonces Rolando y yo le dimos para adelante, fue una experiencia muy gratificante porque estamos en una época histórica muy importante. Allí se refleja la lucha de las mujeres con el «Me too», Ni una menos, Actrices Argentinas, entre otras. En el cine argentino hay muchas mujeres dirigiendo, pero muy pocas de ellas están a cargo de producciones importantes.
—¿Cuál fue la entrevista más difícil que tuvo que realizar?
—Hubo de todo, pero recuerdo una que le hice a Robert Downey Jr. en tele, cuando promocionó la segunda película de Sherlock Holmes. El había contado en una entrevista en el Actor’s Studio, que sus padres eran drogadictos y que le convidaban de chico. Me animé a preguntarle, el odió eso, hubo un silencio y me contestó bastante bien. Fue un momento muy tenso.
—¿Y la más gratificante?
—Me encantó haber conocido a Martin Scorsese, yo lo entrevisté en dos oportunidades, en «La edad de la inocencia» y «Pandillas de Nueva York». Yo no soy cholula, pero me encantó charlar con él un ratito. Después los actores fueron súper amorosos, por lo general las entrevistas que se hacen afuera son muy cortas, y tenés que aprovechar a sacar todo el jugo posible.
—¿Qué es lo que más le gusta de la profesión?
—Es mi vida. Yo miro la vida con ojos de periodista, todo lo veo así. Me parece que cualquier profesión te marca cómo mirás la vida. Es algo que amo, tengo ganas de seguir escribiendo, hacer radio y cosas que surgen de la cabeza.