El cadáver estaba embalsamado y el féretro, hérmeticamente cerrado. En la documentación que tenían en Aerolíneas no decía que había tenido coronvirus
El último sábado un vuelo de Aerolíneas Argentinas llegó al país trayendo 243 ciudadanos argentinos que habían quedado varados en Estados Unidos luego de que se cerraran las fronteras por la pandemia de covid-19. En ese vuelo también viajó un cadáver embalsamado de un empresario nacional que residía en Nueva York. Pero no se había aportado un dato muy importante: el hombre había muerto de covid-19, por lo que su cuerpo no podría haber regresado al país.
El 7 de abril, Elías Masri, de 91 años, perdió la vida en su departamento en Manhattan, víctima de coronavirus. Su familia llevó el cuerpo a una casa funeraria del lugar y pidió que sea embalsamado, no podía ser cremado porque el judaísmo no lo permite y el practicaba esa religión. En el establecimiento se les entregó a los familiares un certificado de defunción que en una primera hoja declaraba que había muerto por causas naturales, es decir, una muerte no violenta. En la parte de atrás, precisaba: «Colapso respiratorio, covid-19».
Dos días después de la muerte, la familia intentó repatriar el cuerpo al país, asegura Infobae. Contactaron a una empresa aérea Baires Fly para realizar un vuelo privado hasta Buenos Aires. La empresa dialogó con la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) para conseguir la autorización.
La empresa presentó la documentación correspondiente, que especificaba que había tenido covid-19. En ese momento, la posibilidad del traslado quedaba descartada. De todas maneras, la Unidad Sanitaria de Aeroparque esperaba la presentación formal, aunque ya había anticipado el rechazo, y no hubo más comunicaciones.
Este sábado, en la bodega del avión que trajo a los argentinos de regreso desde Estados Unidos llegó el féretro de Masri, herméticamente cerrado. La irregularidad está en que un cuerpo con una enfermedad contagiosa no podría haber ingresado al territorio nacional en el marco de la pandemia.
Una vez que se tuvo conocimiento de la situación, se controlaron los papeles y pudo notarse que el certificado que se había adjuntado era parcial y no detallaba que el hombre había tenido coronavirus. Mientras se realizaban las investigaciones, un familiar se presentó a reclamar el cuerpo, pero no se lo entregaron. Quedó aislado en un sector del aeropuerto.
El Ministerio de Salud de la Nación inició un proceso penal para determinar qué fue lo que pasó y si hubo «hubo una falsedad por parte de la familia» para engañar a las autoridades. La causa penal es por «propagación de una enfermedad contagiosa» y el crimen puede penarse hasta con 15 años de cárcel.
Desde el Ministerio aclararon que, como el féretro estaba sellado herméticamente, no hay posibilidad de que haya circulado el virus. Se cumplieron todos los protocolos pertinentes.