En las últimas 24 horas, contabilizó 2.917 contagios y 206 muertes
Brasil reportó este sábado 340 nuevos contagios y 11 nuevos decesos por coronavirus menos que ayer, cuando anotó el récord en ambos rubros, y totalizaba 36.599 casos confirmados y 2.347 fallecimientos, según datos oficiales.
En las últimas 24 horas se contabilizaron 2.917 casos confirmados, 10,4% menos que ayer, y 206 muertes, 11 (5%) menos, informó esta tarde el Ministerio de Salud en su balance diario, citado por los diarios Folha de Sao Paulo y O Globo.
El viernes, Brasil -por lejos el país de Sudamérica más afectado por la pandemia- tuvo sus marcas diarias más altas en 24 horas, con 3.257 contagios y 217 decesos.
Pese a la desaceleración del ritmo diario, las novedades de las últimas 24 horas significaron aumentos de 8,6% en la cantidad total de contagios y de 9,6% en la de fallecidos, y un leve avance, de 6,35% a 6,40%, de la tasa de mortalidad del virus.
San Pablo -el más poblado, con 46 millones de habitantes- se mantenía como el estado más afectado por la pandemia, con 13.894 contagios (38% del total) y 991 decesos (42%).
Por casos confirmados era seguido por Amazonas (11.897, equivalentes a 32% del total), Río de Janeiro (4.543, o 12%), Ceará (3.034, u 8%) y Pernambuco (2.193, o 6%), según los datos del Ministerio de Salud.
En cambio, por muertes el segundo distrito era Río de Janeiro (con 387, equivalentes a 17% del total nacional), seguido por Pernambuco (205, o 9%), Ceará (176, u 8%) y Amazonas (161, o 7%).
La situación en Amazonas es crítica por ser un estado selvático con varias comunidades indígenas, sin acceso por vía terrestre y cuya capital, Manaos, es la única ciudad de la región con unidades de terapia intensiva, que están trabajando al tope de su capacidad, según la agencia de noticias EFE.
En redes sociales y medios de comunicación de Manaos circularon videos que mostraban cadáveres junto a enfermos en salas de hospitales, debido al colapso del sistema funerario en la ciudad.
Mientras tanto, en Vila Formosa, el cementerio de San Pablo que es el más grande de América latina, una veintena de excavadoras trabajaban contra reloj para ampliar la capacidad del lugar en al menos 1.200 nuevas tumbas.