Se trata de uno de los ocho rugbiers detenidos por el crimen del estudiante, informaron esta noche fuentes judiciales.
Un informe pericial determinó que debajo de las uñas de Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes hace casi 3 meses a la salida de un boliche de la localidad balnearia de Villa Gesell, se encontró material genético de Blas Cinalli, uno de los ocho rugbiers detenidos por el crimen del estudiante, informaron esta noche fuentes judiciales.
En tanto, la pericia de rastros realizada en la ropa secuestrada a los imputados horas después del homicidio del estudiante, determinó que en el 70 por ciento de esas prendas de vestir había restos de sangre que pertenecían a la víctima.
La Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores confirmó este martes las prisiones preventivas de los ocho rugbiers acusados de matar en enero pasado a Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en la ciudad de Villa Gesell, y rechazó a su vez la recusación de la fiscal del caso y las nulidades solicitadas por la defensa.
Sobre ese hecho, Fernando Burlando, uno de los abogados de la familia del joven asesinado y se refirió a la jurisprudencia que puede marcar esta causa. «Este va a ser uno de los mejores juicios que se van a producir en la provincia de Buenos Aires, va a ser un ejemplo al respecto», afirmó.
«La verdad es un pequeño paso a nuestro favor y me siento un poco más tranquila que no les hayan dado la prisión domiciliaria», dijo María Graciela Sosa tras conocerse la resolución de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores.
La mujer sostuvo que estos días estuvieron «sin dormir» por la preocupación de que los acusados por la muerte de su hijo fueran beneficiados con una morigeración a la prisión preventiva.