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A un mes de la pandemia: enfermedad producida por el nuevo coronavirus


El 11 de marzo de este año fue declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).La información sobre Covid-19 es muy dinámica y se modifica en forma constante en base a la evidencia científica y a la evolución epidemiológica de este nuevo virus

Por: Dr. Mariano Díaz, sanitarista, especialista en neumonología, presidente de la Fundación Vacunar

La epidemia producida por el nuevo coronavirus comenzó a fin de diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, China. El 7 de enero se identificó su genoma y una semana después se difundió la secuencia genética del virus.

Debido a la rapidez en que se expandió la epidemia, desde el 11 de marzo se transformó en pandemia de acuerdo a lo establecido por la OMS. La información que hoy disponemos sobre COVID-19 es muy dinámica y se modifica en forma constante en base a la evidencia científica y a la evolución epidemiológica de este nuevo virus.

Los síntomas que lo caracterizan, en la mayoría de los casos, incluyen fiebre, tos, dolor de garganta y dificultad para respirar. Algunos casos pueden presentar síntomas leves u otros menos característicos y se cree que algunas personas podrían ser asintomáticas. Aproximadamente el 80% de los casos se ven en adultos y son leves.

En este momento en nuestro país se sospecha la enfermedad en aquellas personas que presentan fiebre y uno o más síntomas respiratorios como tos, dificultad respiratoria, dolor de garganta sin otra causa que explique completamente la presentación clínica, y que además hayan estado en contacto con casos confirmados o probables de COVID-19. Otro motivo para sospecha es que una persona presente neumonía de causa desconocida o que presente los síntomas antes mencionados y resida en áreas que se denominan de transmisión comunitaria como CABA, Gran Buenos Aires, Provincia de Santa Fe, Chaco y Córdoba. También se debe sospechar que presenten los mismos síntomas y residan fuera de éstas áreas y que tengan un historial de viaje fuera del país o a las áreas de transmisión comunitaria antes mencionada. Esta definición de caso es dinámica y se modifica de acuerdo a los cambios epidemiológicos.

Lo más importante en este momento son las medidas que cada persona puede adoptar para prevenir la infección. Las mismas incluyen:

• Evitar el contacto con personas con enfermedades respiratorias agudas.

• Evitar tocarse los ojos, nariz y boca.

• Cubrirse al toser o estornudar con un pañuelo descartable y luego tirarlo a la basura. Una alternativa es escudarse con el codo al toser o estornudar.

• Limpiar y desinfectar frecuentemente los objetos y las superficies que se utilizan en el hogar o en el trabajo.

• Limpiar las manos frecuentemente con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente luego de tocar superficies altamente tocadas, luego de ir al baño, antes de comer, después de sonarse la nariz, toser o estornudar y también cuando las manos están visiblemente sucias. Si no se dispone de agua y jabón se puede utilizar como alternativa los dispositivos que proveen gel alcohólico.

La cuarentena que se ha implementado en nuestro país tiene como objetivo disminuir la transmisión del virus, proteger a los que tienen mayor riesgo de complicaciones, como adultos mayores de 60 años y personas de cualquier edad con enfermedades cardiovasculares o pulmonares crónicas, déficit de la inmunidad y otras enfermedades. Por otro lado, la cuarentena, al disminuir la cantidad de casos que se producen en un período corto de tiempo, permite adecuar y preparar mejor al sistema de salud para atender los casos de enfermedad y también tener mayor evidencia científica para poder tomar las mejores decisiones médicas desde el punto de vista individual y de salud pública.

No hay tratamientos antivirales efectivos por el momento, pero hay datos que muestran que algunos medicamentos utilizados para otras enfermedades virales, bacterianas y parasitarias podrían ser activos contra el SARS-CoV-2. Se están desarrollando estudios, tanto en nuestro país como en el exterior, que muy probablemente en un corto tiempo nos permitirán saber que medicamentos son útiles para tratar el COVID-19. También en distintos países se está trabajando en el desarrollo de vacunas que posiblemente requieran un poco más de tiempo para demostrar su utilidad para prevenir esta enfermedad.