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Monseñor Martín: «O nos salvamos en racimo o nos condenamos por egoístas»


Monseñor Eduardo Martín

El arzobispo de Rosario habló con CLG y tocó diversos temas relacionados a la pandemia: el trabajo de la Iglesia, qué significa y cómo será la celebración de Semana Santa. Además dejó un mensaje a todos para la sociedad

El coronavirus preocupa a todos los niveles de la sociedad. La pandemia no distingue individualidades. Los distintos sectores de la comunidad unen fuerzas para frenar el avance de un virus que llevó al caos a países como España e Italia y que, por el momento, Argentina intenta contener.

Gobierno, oposición, trabajadores de la salud, de la seguridad, medios de comunicación, organizaciones sociales y por supuesto la Iglesia trabajan, muchas veces en conjunto, para llegar a cada rincón del país con el claro objetivo de ganarle la batalla al Covid-19.

Desde el Arzobispado de Rosario intensificaron su trabajo solidario motivados por la figura de Jesucristo que está “en cada voluntario, agentes sanitarios, personal de seguridad y trabajadores que se sacrifican para que todos estemos bien”, aseguró el Monseñor Eduardo Martín en un mensaje directo para CLG y la población.

En el mismo fue claro: “O nos salvamos en racimo o nos condenamos por egoístas”.

Con la coyuntura que presenta el coronavirus la Iglesia participa activamente en la sociedad. Para Martín el “gobierno ha tomado medidas drásticas y necesarias” para cuidar la salud de la población. Ante esto, el arzobispo señaló: “Esperamos que el señor siga iluminando a las autoridades, tanto a nivel nacional, como provincial y municipal para tomar las medidas adecuadas siempre en el respeto de la dignidad de las personas, de los derechos humanos y del sistema de democracia en el que vivimos”.

El cura le contó a CLG que desde la diócesis armó hace más de un mes una “comisión de emergencia” en la que participan agrupaciones como Cáritas, Padres Salesianos, Laicos, Pastoral Social, Pastoral de la Salud y Padre Misericordioso en la que coordinaron trabajos solidarios y de los distintos colegios, ya que algunos de ellos (los que la infraestructura lo permitía) están a disposición de las autoridades para alojar eventuales enfermos de ser necesario. “Las parroquias de las distintas localidades también hicieron lo mismo”, comentó Martín y puntualizó: “Hemos ofrecido la estructura que la Iglesia tiene por si las autoridades necesitan”.

“También buscamos voluntarios”, afirmó el sacerdote.

Asimismo, el trabajo que lleva adelante la diócesis con Cáritas se intensificó y llegan a entregar 14 mil bolsones con alimentos en las 124 parroquias de Rosario.

Otro de los trabajos es el que realizan en la zona centro, con base en la Iglesia María Auxiliadora en Presidente Roca 198. Allí se distribuyen más de 500 viandas todos los mediodías, producida por 20 voluntarios que decidieron vivir en el colegio para colaborar con la comunidad. “Nos estamos moviendo en toda la ayuda solidaria. La caridad nos urge desde Cristo”, aseveró el monseñor Martín.

Por último, el representante de la Iglesia en Rosario invitó a quién pueda colaborar con el trabajo solidario a donar dinero a la cuenta directo para Cáritas.

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Una oportunidad para cambiar

“Hace un tiempo atrás decíamos en las reuniones que manteníamos con otros párrocos que este mundo está muy acelerado y esa aceleración se va a enloquecer”, expresó sobre la pandemia global el monseñor Eduardo Martín y rápidamente recordó la charla que presenció de un filósofo el cual advertía que el mundo estaba “saturado”: “Y tenía razón sobre que estamos saturados de circulación de vehículos, saturados de circulación de mercadería, información, el medio ambiente y él decía que el cambio venía de algo inesperado”.

Partiendo de eso, también hizo memoria y cito al papa Francisco: “Él dijo que pretendíamos vivir sanos en un mundo enfermo, pobre, lleno de injusticia y saturado”.

Para Martín es una “gran ocasión” que tenemos que aprovechar: “Sin eximir el sufrimiento, si la sabemos tomar bien podemos generar una humanidad más austera, menos consumista, más humilde, más solidaria y más creyente, porque sólo cuando las ‘papas queman’ nos acordamos de aquel que nos sostiene, que es Dios”.

En este sentido, el arzobispo bregó porque la sociedad “aprenda algo de todo esto” y sin olvidarse de la libertad que nos propone Dios. “Ese es el don de Dios, él nos hizo libres para elegir el bien, pero podemos elegir el mal, por eso es la responsabilidad de cada uno, de cada grupo, cada dirigente, cada obispo, todos tenemos que dar una respuesta consiente, autentica, seria y que esté a la altura de las circunstancias”.

En el final de su análisis avizoró una “gran lección para la sociedad”, así como también “una gran oportunidad” para aplicar un cambio. “El ser humano es así, aprendemos con el dolor, si no nos pasa algo duro en la vida no crecemos, no maduramos. Y en esta ocasión no lo está padeciendo un sector de la sociedad sino todos”.

-Monseñor Eduardo Martín-

Unas Pascuas distintas

Esta Semana Santa las celebraciones llevaran su procesión en cada hogar católico de la ciudad de Rosario. El Vía Crucis habitual que se realiza en el Monumento Nacional a la Bandera se convirtió en uno virtual. “Gracias a la tecnología trasmitimos por Facebook Live y radio Del Rosario (FM 103.9) a todos los feligreses que quieran escucharnos, lo hacemos en la catedral sin presencia del pueblo”, explicó el monseñor Eduardo Martín.