Esa es la segunda etapa de la cuarentena, que por estas horas concentra la atención del Gobierno, aunque a diario surgen situaciones de urgencia que atender, como las filas de los bancos de hoy
El presidente tuvo una jornada intensa y llena de actividades en la Quinta de Olivos, donde se cruzaron los enojos por la situación vivida por los jubilados en todos los bancos del país, y las extensas colas que se pudieron divisar, además del opertivo de contención a los gremios y las cámaras empresarias, en plena cuarentena.
Las fotos de la primera mañana de los bancos colmados de jubilados y colas de varias cuadras provocaron el descontento del mandatario nacional, por la total contradicción de esas imágenes con las recomendaciones oficiales de cumplir la cuarentena y cuidar a los grupos de riesgo.
El día ya se preveía intenso por las reuniones que estaban pautadas desde ayer con la CGT, la Cámara de Comercio y la UIA, pero la tensión subió con el descontrol en los bancos de todo el país.
La Anses, el Banco Central y el gremio de bancarios fueron los principales destinatarios del malestar oficial, aunque más allá de las culpas compartidas, el oficialismo es consciente de que, al final del día, el responsable final es el Poder Ejecutivo.
Por eso, desde temprano el gobierno intentó remendar lo que era una realidad en casi todas las sedes bancarias, donde se juntaron los jubilados con los beneficiarios de planes sociales, luego de dos semanas de ventanillas cerradas.
A primera hora, hizo que el Banco Central dispusiera que las entidades financieras de todo el país abrirán durante el fin de semana para reforzar el servicio, y luego convocó a una reunión con Miguel Pesce y Alejandro Vanoli en la Quinta de Olivos, para coordinar las acciones de la próxima semana.
En el medio, brotaron las críticas de la oposición y los distintos sectores de la economía por una situación que pudo haber sido prevista, teniendo en cuenta el número de personas que tenían que cobrar este viernes.
Con un ojo en esa situación, el Presidente llevó adelante reuniones de alto nivel con la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), y la Confederación General del Trabajo, para comenzar a diagramar juntos la salida gradual de la cuarentena, en medio de un filo equilibrio entre no ahogar la economía y que no se descontrole el sistema de salud.
A la salida, los sindicalistas brindaron una conferencia de prensa y detallaron que los próximos días se va a constituir una mesa de diálogo con trabajadores, empresarios y sanitaristas, para «ver de ahí en más cómo se puede realizar una apertura gradual para distintas actividades».
Esa es la segunda etapa de la cuarentena, que por estas horas concentra la atención del Gobierno, aunque a diario surgen situaciones de urgencia que atender, como las filas de los bancos de hoy, y el traspié de Ginés González García con el decreto de la salud privada de ayer.