Venezuela registró 40 muertes por difteria entre enero y abril de 2018, elevando a 160 los decesos por esa enfermedad desde 2016, según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Tras haber sido erradicada hace 24 años, la difteria -infección potencialmente letal- reapareció en Venezuela en julio de 2016.
Desde entonces han sido confirmados 1.086 casos (sobre 1.716 sospechosos), detalló la OPS en un boletín con corte a fines de abril.
El país petrolero registra el mayor número de contagios desde 2016, seguido por Haití, que acumula 515 casos probables desde 2014, y más recientemente Colombia, que reportó dos correspondientes a «ciudadanos de Venezuela», recalcó la OPS.
Venezuela padece una severa escasez de medicamentos por la crisis económica, incluidas vacunas.
La organización indicó que los diagnósticos se han producido en nueve de 23 estados y abarcan pacientes de todas las edades, «pero la población más afectada está entre 1 y 49 años», con «mayor incidencia» en el grupo de 5 a 19 años.
La tasa de letalidad se ubica en 14,7%.
La OPS alertó en un informe previo sobre brotes de difteria en Venezuela y Haití y casos importados en Brasil y Colombia y subrayó que la vacunación «es clave» para prevenirlos.
También recomendó a quienes viajen a áreas afectadas que estén debidamente vacunados, y aplicarse un refuerzo si ya pasaron más de cinco años desde la última dosis.
En abril pasado el gobierno venezolano emprendió un plan de vacunación contra 14 enfermedades, entre ellas tuberculosis, difteria y sarampión.
Sumida en una profunda crisis, Venezuela presenta 85% de escasez de medicamentos básicos y hasta 100% de algunos fármacos para tratar afecciones crónicas como VIH, según estimaciones de la Federación Farmacéutica y ONG.
«La situación sanitaria se agrava, incluso enfermedades prevenibles como la difteria siguen repuntando», aseguró a la AFP Huníades Urbina, de la Sociedad de Pericultura y Pediatría. «Una vez que vuelven a instalarse cuesta mucho volver a erradicarlas», advirtió.
El gobierno socialista justifica la falta de vacunas y fármacos en las sanciones financieras de Estados Unidos, que dificultan la importación de medicamentos.