Info General
Informes CLG

Los relatos de tres rosarinos viviendo el aislamiento en Europa


Las medidas tomadas por gobiernos europeos a causa del coronavirus les cambio su vida y tuvieron que modificar sus hábitos para protegerse de la enfermedad, pero a miles de kilómetros de Argentina. Conocé las historias de Irena, Mariano y Matías

Por Diego Carballido

Irene Correa es comunicadora social y hace casi más de un año que decidió abandonar Rosario para instalarse con su pareja definitivamente en Sevilla, una ciudad que describió en diálogo con CLG como “de las más grandes de España y donde gran parte del año hay mucho turismo de diferentes lados. Es una ciudad que vive en la calle. Se come mucho afuera y es común que la gente se junte a tomar caña con amigos en los bares”. Un escenario que inevitablemente se tuvo que modificar a partir de las medidas de aislamiento tomadas por el gobierno español debido al avance del coronavirus.

Ahora, «la situación es complicada», advirtió Correa. «Cada comunidad autónoma y cada región fue decretando o sugiriendo diferentes medidas, de acuerdo a sus necesidades. Ya sea reducción de jornadas en la administración pública, suspensión de clases o de eventos”, detalló Correa. Una serie de medidas que luego derivaron en la declaración del estado de emergencia, el sábado 14 de marzo, “pero hasta ese entonces se iban suspendiendo actividades y cerrando locales comerciales, porque no había oficialmente una medida que lo demandara», agregó.

«Acá en Andalucía, la cuarentena empezó ese sábado absolutamente para todos y no sabemos cuánto va a durar. Porque en principio el decreto es por quince días, pero todos sabemos que va a ser renovado ya que la curva de casos sigue en crecimiento», relató Correa y afirmó: «Los especialistas esperan el pico para abril».

Sevilla

Una ciudad acostumbrada a recibir turistas de todo el mundo ahora tiene sus «calles muy silenciosas y con olor a lavandina. Se empieza a escuchar el ruido de las aves, o de las campanas de las diferentes iglesias. Hay mucha menos suciedad en el ambiente y lamentablemente hay gente que sigue yendo a trabajar porque no puede dejar de hacerlo».

La situación de Correa suma una complejidad, ya que se encuentra ilegal «porque se fueron demorando los trámites y los papeles que teníamos que conseguir con mi novio. Mi situación iba a ser regularizada en estos días, con un papel que tenía que llegar desde Italia pero se cerró todo y obviamente mi papel nunca llegó”. Por lo tanto, intenta subsistir a partir de una serie de trabajos freelance como comunicadora ya que su pareja quedó desempleada al cerrar uno de las salas de conciertos donde se desempañaba como músico.

«Empezamos a interactuar con los vecinos que no conocemos desde los balcones cuando necesitamos tomar un poco de aire. Es todo muy raro», compartió Correa y aseguró: «No soy una especialista, pero las medidas se debían haber tomado antes viendo lo que pasó en China e Italia. Incluso viendo lo que la misma sociedad española le estaba demandando», y agregó: «Esperamos que se contemple todo lo que la cuarentena implica. Porque hay gente en situación de calle o hay gente que no va a tener ingresos y va a tener que seguir pagando el alquiler. Hay mujeres que se van a quedar con sus parejas violentas en la misma vivienda. Es una situación que va a tener un impacto social y económico muy grande. Esperemos que pase lo más rápido posible y que los casos no crezcan porque hay riesgo de que colapse el sistema sanitario».

En otro extremo de España, en un pequeño poblado de Cataluña de nombre Palafolls, el periodista y escritor Mariano Catoni hace casi diez que decidió abandonar Rosario para construir su vida en la península ibérica. En comunicación con CLG compartió cómo se vive en esa región las medidas de restricción. «La situación de las otras personas nos llegan por WhatsApp porque las tareas que hacemos a diario son: ir al supermercado, a tirar la basura y a la farmacia si es necesario. El contacto social es mínimo”.

«El día acá es muy tranquilo, ya que vivimos en un pueblo de ocho mil personas y hay solo dos casos detectados desde el 16 de marzo y no hubo casos nuevos, lo cual es bastante alentador”, relató Catoni aunque aclaró que: “Esa cifra puede ser engañosa ya que no sabemos si el virus se está contagiando, porque no se están haciendo pruebas salvo a los casos más evidentes, reconocido por el mismo Ministerio de Sanidad. Hasta se llega a diagnosticar solo por la sintomatología porque se agotaron los test».

«La gente anda con barbijos en la calle y fue lo primero que se agotó, por eso algunos están haciendo sus propios barbijos en sus casas», continuó Catoni y según su visión, «la gente se está cuidando mucho, lo cual va a ser que baje la propagación de la enfermedad, pero creo que el gobierno tardó mucho en decretar el estado de alarma».

“A pesar del estado de alarma, se está permitiendo ir a trabajar y sucedió que en Barcelona, al reducir la frecuencia del metro, las personas viajaban a menos de un metro de distancia, lo cual no es lo recomendado”, dijo Catoni, quien contó cómo se desarrolla la vida de muchos de sus conocidos a partir de las medidas de aislamiento: «Cuando tenés hijos, te obliga a inventarte cosas, juegos y la gente los comparte por Internet. Tuvimos que acomodar nuestra vida dentro del edificio y tratamos de hacer actividades para no hablar siempre del mismo tema«.

«Si algo tiene de bueno esto, es que se aprovecha para pasar tiempo en familia, ordenar, limpiar y hacer ejercicios con videos de Youtube. Quizás, después de esto, muchas empresas se replanteen que no es necesario que todos concurran a un lugar de trabajo porque muchas cuestiones se resuelven con el trabajo a distancia desde casa”.

Ámsterdam

Fuera de España, el panorama no es tan diferente en países como por ejemplo Holanda, donde el rosarino Matías Pedrana es bandoneonista y vive hace casi quince años con su mujer, cantante de música clásica, en Ámsterdam.

En comunicación con CLG explicó: «Hace unos nueve días que se están tomando medidas, pero hace unas tres semanas que el virus está en Holanda y fue una de las críticas acerca de la reacción un poco tardía del gobierno. Al principio, se cancelaron todos los eventos de más de 100 personas, después fueron los teatros, salas de conciertos, festivales y museos. Más tarde cerraron todos los establecimientos de comida y se permiten sólo el delibery. También cerraron el sistema educativo en todos sus niveles y hace unos días prohibieron la entrada a los asilos de ancianos para evitar el contacto con las personas mayores».

Pedrana relató que se trata de «una cuarentena sugerida”, porque “de alguna manera, se recomienda que las personas estén el mayor tiempo en su casa y trabajando desde Internet. Pero todavía no impusieron una cuarentena obligatoria».

«En nuestro caso, el mayor impacto fue laboral ya que los dos somos autónomos y se canceló todo hasta principio de mayo”, contó con preocupación Pedrana y agregó: “Desde el gobierno están implementando medidas, como por ejemplo un sueldo que sería equivalente al salario mínimo por tres meses destinados a los autónomos«.

Finalmente, el músico compartió las consecuencias políticas que produjo la presencia del coronavirus en ese país: «Hace unos días renunció el Ministro de Salud, justamente por problemas en su salud, y el reemplazante pertenece al partido opositor. Se optó por una persona con conocimiento en la materia a pesar de no ser del mismo partido que gobierna», y agregó: «No se descarta el cierre total de Ámsterdam, pero acá todo se va modificando día a día».