La Municipalidad reglamentó una ordenanza que obliga a los constructores a reservar un espacio para este tipo de transporte. El autor de la iniciativa, Lisandro Zeno, explicó de qué se trata
Por Matías Gregorio
Para promover la utilización de la bicicleta como medio de movilidad saludable, económico y no contaminante, la Municipalidad reglamentó una ordenanza sancionada en diciembre del año pasado por unanimidad que estable que todo nuevo edificio que se construya en Rosario deberá contar con un espacio apto para la guarda y estacionamiento de bicicletas mediante anclajes. La nueva normativa modificó el código de edificación local a partir de la iniciativa del concejal Lisandro Zeno, quien explicó los alcances de la medida en diálogo con CLG.
El proyecto de «Lichu» Zeno se debatió durante un año en el Concejo Municipal y recién días atrás recibió el aval definitivo del municipio. La ordenanza municipal Nº 10.022, que se incorporó como modificación el apartado 6.4.1.9.4 del Reglamento de Edificación, establece que el lugar de guarda de bicicletas, como mínimo, tendrá que ser igual a la cantidad de módulos de estacionamiento de vehículos que prevé el Reglamento de Edificación para ese inmueble. La medida alcanza a todos los edificios que se construirán, tanto públicos como privados.
Para el concejal del Partido Demócrata Progresista (PDP), espacio que integra el Frente Progresista Cívico y Social, movilizarse en bicicleta «otorga un montón de beneficios», ya sea «en materia de salud, en la calidad de aire, la baja de los siniestros y en la seguridad del entorno». «Son muchos los factores que hacen que sea más beneficioso para la ciudad que se mueva más gente en bicicleta que en auto», manifestó el edil.
«Por eso es muy importante poder brindarle a las personas la posibilidad de que estacionen la bicicleta en un lugar seguro, que esté en planta baja, para así incentivar su uso y lograr que más gente se sume a este medio de movilidad sustentable», manifestó Zeno.
El edil mencionó que en base a encuentras y estadísticas notaron que la inseguridad, es decir, «la posibilidad de sufrir un robo no sólo en la calle sino más que nada cuando dejan la bicicleta estacionada» es uno de los motivos por los cuales la gente que quiere andar en bicicleta no lo hace.
Además, otra de las razones que desalienta el uso de este tipo de transporte es la «inseguridad en materia vial». Y en ese sentido, pronunció: «Para lograr que más gente se suba a las bicicletas hay que armar una red integral de ciclovías que conecte toda la ciudad y que estén en buen estado».
Bajo el mismo eje de promover una movilidad sustentable y reducir el uso de los automóviles, señaló que también «hay que incentivar el uso del transporte público» y «lograr que más gente camine brindando espacios de calidad, veredas en condiciones, rampas para las personas con discapacidad y cruce seguro en las esquinas».
«Se trata de toda una serie de transformaciones que vienen a cambiar esta ciudad que está diseñada pensando en los vehículos y no en los peatones, que somos todos. Dentro de este cambio esta es una pequeña acción que viene a sumar», expresó Zeno.
Por último, se mostró en desacuerdo con la norma que obliga a los edificios a construir un mínimo de cocheras para vehículos: «Creemos que no solamente no solucionó el problema del tránsito y congestión, sino que lo empeoró. Muchas ciudades del mundo y también algunas latinoamericanas no sólo eliminaron la obligación de construir cocheras sino que pusieron un máximo. Con la misma lógica de incentivar el uso de la bicicleta estableciendo un lugar para su guarda, estamos alentando el uso del auto obligando a construir cocheras. Tenemos que cambiar esa ordenanza, eliminar el mínimo en un primer momento y en un mediano plazo pensar en un máximo».