Por José Odisio
Por José Odisio
La lesión de Pablo Pérez es una piedra en el zapato para este Newell’s, que había encontrado un nivel de juego muy alto a partir de la llegada del mediocampista junto a Sebastián Palacios.
Pérez se hizo cargo del juego del equipo, liberando así a Maxi de la exclusiva responsabilidad, pero además colaboró en la marca del mediocampo, para que Julián Fernández no se sintiera tan solo. Con su presencia, Newell’s pasó a ser un equipo más incisivo, y sin baches pronunciados de juego en los partidos.
Perder a Pérez dos o tres partidos es doloroso, pero tampoco debe ser paralizante. Kudelka sufre porque también tiene lesionados a Moreno y Formica, dos posibles ocupantes del hueco que deja Pérez, pero también sabe que el equipo viene en alza anímica y con Godoy Cruz, un rival débil en la previa, la Lepra debería imponerse de arranque sin andar con lamentos por los que no están.
Seguramente Denis Rodríguez será reemplazante de PP26, aunque Rivero será quien trate de hacer su tarea. Tal vez Maxi tendrá que cargarse otra vez el equipo, aunque sea por estos dos o tres partidos sin Pérez. Y Cacciabue en el banco será el comodín si la idea original no funciona.
Newell’s lleva ocho partidos sin perder. Y muchos de ellos fueron sin Pérez en cancha. Si entiende eso, la ausencia del volante será menos traumática. Lamentarse su ausencia no tiene sentido si el equipo aspira a seguir volando alto.