Por Ariel Gómez
La historia de nuestro país está llena de protagonistas. De hombres e instituciones que marcaron una época, que tuvieron peso en las decisiones más importantes. Rodeada de misterios y fantasías, la masonería es una de las organizaciones que han sido centro del debate político y cultural. José de San Martín, Bartolomé Mitre y Hipólito Yrigoyen son algunos de los nombres reconocidos que fueron masones. Y Mariano Hamilton, periodista de vasta trayectoria en Argentina, se sumergió en una apasionante investigación sobre la masonería, algo que “todos creemos que sabemos, pero nadie conoce mucho”, como dice el autor.
“Hace 30 años tenía un amigo, Alejo Torres, que insólitamente a los veintipico era masón, me empezó a contar algunas historias y desde allí me interesó el tema”. Tras un largo tiempo ese interés terminó decantando en “Masones argentinos. El poder en las sombras”, su último libro. “Hace tres años se me ocurrió que era un tema que quería profundizar y básicamente sobre qué decisiones de la masonería o qué políticas generadas en las logias habían influenciado en la política argentina”. Así, Hamilton articula este trabajo sobre cuatro hechos puntuales de la historia del país: la secularización del Estado, el encuentro entre San Martín Y Bolívar en Guayaquil, la batalla de Pavón y la promulgación de la ley 1420, de educación obligatoria, laica y gratuita.
Lejos de definirla como una organización secreta, el autor considera a los masones como personas discretas. “Por ejemplo la Logia de Libres y Aceptados de la República Argentina se reúne una vez por mes en un lugar fácilmente localizable, en una fecha que está anunciada en su página web. Uno se puede parar en la puerta del templo y ver como entran los masones a la reunión. Sí son personas bastante discretas, que prefieren no revelar quién es masón o qué temas se discute en las reuniones. Eso le ha instaurado un aura de misterio”, y sostiene que la masonería tiene mala prensa debido a que “siempre han sido opositores a los poderes de turnos, como al poder de la iglesia o por lo menos al oscurantismo de ella”.
En nuestro país, la masonería ha tenido una gran injerencia en la política. En el siglo XIX y principios del XX la mayoría de los hombres que manejaban el poder eran masones. “Es más fácil buscar quiénes no lo fueron. Por ejemplo Nicolás Avellaneda y Julio A. Roca no fueron masones, pero el resto de los presidentes de ese momento sí. Curiosamente, en el gobierno de Roca se aprueba la Ley 1420”.
Entre esos personajes importantes de la política, medicina, periodismo o la ciencia, entre acitividades, el exdirector de El Gráfico destaca a Domingo Faustino Sarmiento, quien fuera Gran Maestre de la Masonería Argentina entre 1882-1883 y llegó a ser nombrado con el Grado 33. “Su participación me pareció muy interesante. Fue una persona muy compleja, con muchas particularidades. Renuncia a ser el Gran Maestre cuando se desaprueba el primer intento de la Ley 1420 de educación libre, laica y gratuita. A raíz de esto se realiza una manifestación a favor de la ley, una de las primeras marchas masivas en las que participaron inmigrantes y pobres, y a Sarmiento no le gustaba nada lo del pueblo en la calle. Fue un tipo muy progresista pero siempre y cuando que los que manejen la vara del progresismo debían ser las élites”.
La historia
Hamilton fue redactor y editor de la sección Deportes de Clarín durante diecisiete años, cocreador y subdirector del diario deportivo Olé y secretario de redacción del diario Perfil. La mayor parte de su actividad la desarrolló como periodista deportivo. Sin embargo éste es el segundo trabajo relacionado con la investigación periodística histórica. El primero fue “Mejor muertos”, junto a Gisela Marziotta. “Estudié Historia muchos años pero nunca me recibí de nada, soy un desastre. Soy medio anarco en eso. Es un costado desconocido mío pero que siempre trato de cultivar. Me gusta la investigación histórica”. Afirma que es autodidacta y tiene como referentes a Eric Hosbawm y a José María Rosa.
El periodismo
Con un largo recorrido en los medios de comunicación, en los que también trabajó como columnista en los programas Duro de domar, Fútbol permitido y Minuto 1, además de comentar partidos en Fútbol para todos, Hamilton hace un breve análisis del periodismo actual. “No me gusta hablar del periodismo en general porque me parece injusto y arbitrario, sí puedo hablar de algo personal que me pasa con el periodismo, y es que creo que dejó de ser lo que yo conocí hace más de 20 años, hoy es otra cosa. Lo que a mí me sedujo, no lo encuentro, hoy hay algo más mediatizado, el periodista trata de bajar al escalón de la sociedad, de aplanar, en lugar de que la sociedad se ponga en un lugar mucho más reflexivo”.