Policiales

El padre de Máximo Thomsen defendió a los rugbiers: «No son asesinos»


Fue a visitar a su hijo, que es el deportista más complicado en la investigación. Cuál es su teoría sobre el crimen de Fernándo Báez Sosa

Fue a visitar a su hijo, que es el deportista más complicado en la investigación. Cuál es su teoría sobre el crimen de Fernándo Báez Sosa

Marcial Thomsen, padre de Máximo, el rugbier más complicado en la investigación por la muerte de Fernando Báez Sosa, fue a visitar a su hijo al penal de Dolores donde se encuentra detenido junto a otros nueve amigos y allí aseguró que los jóvenes «no son asesinos».  En ese sentido, definió lo ocurrido como «una tragedia».

“Fue una tragedia. Lo lamento tanto por la familia de la víctima”, sostuvo el hombre momentos antes de entrar a la cárcel, junto con los familiares de otros de los rugbiers. Consultado por los periodistas que esperaban en la entrada del lugar, señaló que no sabe «qué les paso por la cabeza» a los jóvenes que golpearon hasta causarle la muerte a Báez Sosa. En ese sentido, remarcó: «No son asesinos».

Al salir, Thomsen volvió a tener contacto con la prensa y allí señaló: «No quiero abrir los ojos. Los chicos están arrepentidos, estoy enterado de lo que hizo mi hijo». Y agregó: «Siento una montaña rusa de bronca, todo el tiempo pienso qué hice mal para que pase esto. Estaban alcoholizados pero no los justifico».

«Para él fue una pelea pero no se acuerda de cosas. Él no sabía que Fernando estaba muerto. Lo lamenta muchísimo y se pone a llorar», expresó el padre de Máximo, al tiempo que remarcó: «Tengo miedo de no verlo más en libertad».

El pasado fin de semana cuando visitó a su hijo en Pinamar, Thomsen había declarado: «Nunca te podés imaginar una cosa así. Es una desgracia. Sólo puedo decir que no hubo un plan para matarlo».

Maximo Thomsen, de 20 años, fue identificado en las ruedas de reconocimiento como uno de los principales protagonistas de la paliza a Fernando. Una testigo lo señaló como el “chico de camisa negra” que “lideraba el grupo” y que era “el que más pegaba”. Y subrayó: “Le pegó dos puntinazos en la cabeza, creo que del lado izquierdo».

El crimen de Báez ocurrió la madrugada del sábado 18 de enero frente al boliche Le Brique en Villa Gesell, donde la víctima fue atacada a golpes de puño y patadas en la vereda. Ese mismo día, los jóvenes oriundos de Zárate fueron detenidos en una casa que alquilaban a pocas cuadras del lugar. Ahora, se encuentran detenidos en Dolores.