Llegó a este logro gracias a una medida aplicada a los automotores que ingresaban a la ciudad
Llegó a este logro gracias a una medida aplicada a los automotores que ingresaban a la ciudad
Barcelona prohibió el ingreso a los vehículos más contaminantes en la ciudad (y cuatro municipios cercanos) y así logró ser la mayor zona de bajas emisiones de dióxido de nitrógeno de Europa desde el 1 de enero.
Los vehículos afectados son los autos de nafta matriculados antes de enero del 2000, los de motor diésel anteriores a enero de 2006, y camionetas hasta octubre de 1994, aunque estas últimas están incluidas en la moratoria de un año que contempla a las personas de bajos recursos que utilicen su vehículo para su actividad profesional.
La medida también incluye a motos y ciclomotores matriculados antes de enero de 2003 y las restricciones de tráfico se aplican los días laborables, de 7 a 20, aunque no afecta la «vías rápidas» que rodean la ciudad.
La ZBE, zona donde se vetó el ingreso de los rodados, es una área protegida de más de 95 kilómetros cuadrados que comprende Barcelona y los municipios de L’Hospitalet de Llobregat, Esplugues de Llobregat, Cornellà de Llobregat y Sant Adrià de Besòs.
A diferencia de «Madrid central», que solo afecta el centro de la capital, en el caso de Barcelona la prohibición cubre toda el área metropolitana, donde los niveles de contaminación exceden frecuentemente los parámetros de la Organización Mundial de la Salud.
De hecho, un auto de nafta de más de 20 años emite 58 veces más dióxido de nitrógeno (NO2) que uno nuevo, y retirar de la circulación un vehículo diésel de más de 20 años equivale a retirar 35 vehículos modernos equivalentes, explicó el ayuntamiento liderado por la progresista Ada Colau.
Las multas que se aplican a partir del 1 de abril son de 100 euros para las sanciones leves, 200 euros para las sanciones graves y 500 euros para las infracciones más graves.
Se prevé que la puesta en marcha de manera permanente de la ZBE evitará la circulación de 50.000 vehículos al día. Y se estima que en 4 años la medida habrá afectado 125.000 vehículos. Los vehículos vetados, no obstante, pondrán ingresar a la ZBE ciertos días al año. El objetivo es reducir las emisiones en un 15%, informaron.
Por ahora, el impacto de la medida fue muy bajo, del 2,4% de reducción del tráfico, debido a que «todavía no se ponen multas», destacaron las autoridades municipales.