Entre las víctimas fatales había seis niños, todos miembros de la misma familia
Entre las víctimas fatales había seis niños, todos miembros de la misma familia
Una familia de ocho miembros, incluidos seis menores, y otras tres personas murieron este martes por bombardeos en las provincias de Alepo e Idleb, en el noroeste de Siria, donde el Ejército sirio y la aviación rusa han intensificado sus operaciones en los últimos días.
Así lo informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que precisó que los ataques aéreos, que atribuyó a las fuerzas rusas, se produjeron cerca de la población de Kafr Taal, ubicada al oeste de la ciudad de Alepo, donde tienen presencia las milicias islamistas rebeldes, que combaten contra el gobierno de Bashar al Assad.
Entre las víctimas mortales se encuentra la familia compuesta por los dos progenitores y seis hijos, detalló citado por la agencia de noticias EFE, la ONG con sede en Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno. Además, otro niño pereció en bombardeos contra la localidad de Taqad, también ubicada en el oeste de la provincia de Alepo, y dos civiles perdieron la vida en ataques de la aviación rusa en la vecina región de Idleb, controlada en casi su totalidad por facciones insurgentes.
El OSDH afirmó que el número de víctimas mortales podría aumentar porque hay heridos en estado grave en varias localidades que fueron blanco de ataques este martes. Desde primera hora del día, los aviones rusos efectuaron numerosos bombardeos en la zona, en apoyo al Ejército a pesar de una tregua que fue declarada por Moscú el 9 de enero.
Rusia, principal aliado de Damasco, acordó un alto el fuego con Turquía (valedora de la oposición), aunque Ankara no lo confirmó hasta tres días después y el gobierno sirio no lo acató oficialmente. Las operaciones militares se intensificaron de nuevo en Idleb y el oeste de Alepo en los pasados días, tras la ofensiva gubernamental para recuperar el control de todos los territorios en manos de milicias rebeldes en ambas provincias.
Según la Defensa Civil Siria, un grupo opositor también conocido como Cascos Blancos, ayer murieron diez civiles, incluidos cinco niños, en un día en el que las fuerzas sirias y rusas atacaron por aire y tierra un total de 25 localidades en las dos regiones del noroeste sirio. Asimismo, el grupo que opera en las zonas que escapan al control del gobierno afirmó el martes que 88 personas han perdido la vida en lo que va de año en ataques sirios y rusos, que han golpeado varias escuelas, hospitales y mercados.
Foto: imagen ilustrativa