El autor del libro "¿Quién mató a Nisman?" dijo que lo publicado por el diario argentino en relación a la muerte del fiscal "es otra venta de humo"
El autor del libro «¿Quién mató a Nisman?» dijo que lo publicado por el diario argentino en relación a la muerte del fiscal «es otra venta de humo»
Por Santiago Ceron
A cinco años de la muerte del fiscal federal Alberto Nisman, una nueva información difundida por Clarín generó revuelo en torno a la investigación. Según afirmó el diario argentino en la jornada del viernes, aquel 17 de enero un agente de la Side (Secretaría de Inteligencia del Estado) se encontraba en el conurbano bonaerense, en Martínez, más precisamente a sólo una cuadra del departamento donde vive el técnico informático Diego Lagomarsino. En el marco del informe publicado este sábado por CLG sobre el tema, el periodista que escribió el libro «¿Quién mató a Nisman?», Pablo Duggan, dijo que lo informado por el multimedio argentino «es una estupidez absoluta».
El medio nombrado anteriormente tuvo acceso a registros que señalan que el agente en cuestión se comunicó por un radio de Nextel con un funcionario de la Dirección General de Reunión Interior de la Side en las horas previas al deceso del fiscal federal. Hubo 38 comunicaciones entre ellos ese día, 27 de las mismas desde el barrio de Lagormasino.
Según intuye la nota, un espía estaba siguiendo los pasos del técnico informático, que quedó involucrado en la causa por ser el dueño del arma de la cual salió el disparo que mató a Nisman, aunque el propio Lagomarsino asegura que el fiscal se la había pedido prestada porque temía por la seguridad de sus hijas y que por eso se la dio.
La investigación difundida asegura que entre las 10.10 y las 16.59 todos los intercambios telefónicos se dieron en Martínez. La última llamada corresponde a una antena de la zona de Puerto Madero, donde está el departamento de Nisman. Luego de esa comunicación, por dos horas no se sabe nada más del agente, que vuelve a aparecer más tarde en otras localidades del conurbano: Tres de Febrero y San Martín.
En esos lugares, el espía tiene 11 intercambios más con los mismos interlocutores: altos funcionarios de la Secretaría de Inteligencia del Estado. Y vuelve cerca de las 22 al barrio del técnico informático. En dos minutos (22.07 y 22.08) emite tres comunicaciones más y recibe una.
En una extensa nota del periodista de Clarín Héctor Gambini, se explica que si bien esta es la última comunicación registrada, no hay detalles certeros de en qué momento abandona la zona. Con este nuevo dato, surgen varios interrogantes.
Gambini señala que hay una especie de juego en espejo entre las llamadas que recibe el espía de Martínez con los movimientos de la búsqueda del fiscal en Puerto Madero. «El aparato del espía de Martínez se activa allí un rato antes de que los custodios de Nisman lleguen por la mañana a Puerto Madero -aunque pudo estar en la zona desde más temprano-, se desplaza justo cuando éstos suben por primera vez a tocarle timbre al fiscal y ven que no contesta (cerca de las cinco de la tarde) y vuelve al barrio de Lagomarsino cuando los custodios ya llegan con el cerrajero y faltan minutos para que Nisman sea descubierto», detalla.
La gran cantidad de llamadas entre el agente y la Dirección General de Reunión Interior de la Side y sus registros ya están incorporados al expediente que investiga la muerte del fiscal Nisman, revelaron a Clarín fuentes judiciales.
La postura de Pablo Duggan, uno de los periodistas que más investigó la muerte de Nisman, es clara: «Los que sostienen la teoría del asesinato buscan hacer política con un pobre tipo que se suicidó». En ese sentido, al ser consultado por CLG sobre la nueva información publicada por Clarín, aseguró que se trata de «una estupidez absoluta».
«Es otra venta de humo de la fiscalía de Taiano, a través de sus cómplices de Clarín. La antena que toma el teléfono de Lagomarsino es una antena que puede tomar cualquier teléfono en un kilómetro a la redonda. En esa área tenés decenas de miles de personas, está Unicenter y demás», describió Duggan.
El periodista expresó que «efectivamente hay un agente de inteligencia de la Side, que tiene nombre y apellido, que estuvo a pocas cuadras de Lagomarsino y que cinco años antes de la muerte de Nisman ya vivía ahí. Fin de la historia». «Decir que guarda relación con la muerte del fiscal porque estaba cerca de Lagomarsino es tomarnos por idiotas. Demuestra la inexistencia de pruebas y la carencia de orientación y sentido que tiene la causa que investiga Taiano», agregó el entrevistado.
El autor del libro «¿Quién mató a Nisman?» indicó que «como se cumple un nuevo aniversario algo tenía que salir». «Esto, junto al invento del puesto de diarios y a lo del agente Kato, crean la falsa sensación de que están investigando y descubriendo algo, cuando en realidad no saben nada y no hay ninguna prueba nueva», disparó.
Para Duggan «no es casualidad» que Clarín publique la información en las horas previas a cumplirse cinco años del deceso de Nisman ni tampoco «que Taiano le filtre esto a Gambini». «Es toda una operación para engañar boludos y hacernos creer que están avanzando en algo, cuando no tienen nada y no van a tener nada porque Nisman se suicidó. Está recontra probado en el expediente que Lagomarsino no tiene ningún vínculo con agentes de inteligencia», cerró el periodista.