El 31 de enero se oficializa la salida de Reino Unido de la Unión Europea y a fines del 2020 el periodo de transición. Johnson deberá "hacer algunos sacrificios importantes", aseguran desde Londres
El 31 de enero se oficializa la salida de Reino Unido de la Unión Europea y a fines del 2020 el periodo de transición. Johnson deberá «hacer algunos sacrificios importantes», aseguran desde Lodres
El Brexit va tomando formar, pero en Reino Unido están alertas ya que el primer ministro británico, Boris Johnson, tendría que tomar medidas contundentes. Acordar con la Unión Europea (UE) o abandonar el bloque sin acuerdo alguno, serían las dos opciones que tiene el político británico estaría analizando.
La investigación realizada por el Instituto de Gobierno (IFG por sus siglas en inglés), un centro de estudios independiente que trabaja para mejorar la efectividad del gobierno, indicó que el poco margen que hay entre la salida del Reino Unido el 31 de enero y la finalización del período de transición a fines de este año, hace que lo que venga por delante sea un proceso muy complicado.
«Si la prioridad del gobierno es la velocidad, tendrá que hacer algunos sacrificios importantes», indicó, Joe Owen, director del programa del Instituto para el Gobierno, en el informe al que accedió Télam.
Dijo que el final de la transición marca el punto en el que el país tendrá que emprender un cambio importante y apurarlo causará trastornos.
Según el IFG, cada estado miembro de la UE tendrá un voto y un veto sobre el acuerdo, lo que hará que las negociaciones sean más complicadas para el Reino Unido.
En ese sentido, alertó que «es posible que Johnson tenga que elegir entre hacer grandes concesiones a la UE o alejarse sin un acuerdo».
Explicó que en diciembre de este año entrarán en vigencia grandes cambios administrativos, incluyendo la inmigración y el comercio y aunque casi 30.000 funcionarios trabajarán en el Brexit en marzo, advirtió que «es probable que el gobierno solo esté parcialmente preparado para estos cambios».
De acuerdo con los expertos del IFG, también «es casi seguro que el gobierno no pueda implementar el Protocolo de Irlanda del Norte para diciembre de 2020» debido a que el acuerdo del Brexit no cuenta con el apoyo de ningún partido político norirlandés.
«Si no se implementan los nuevos sistemas, la Comisión Europea se podría ver forzada a iniciar acciones legales contra el Reino Unido», según el Instituto.
El Protocolo implica acuerdos aduaneros complejos y controles regulatorios y aduaneros entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña.
También es probable que el gobierno tenga que aprobar otra legislación para poner en práctica la futura relación entre el Reino Unido y la Unión Europea.
Sin embargo, los miembros del Parlamento Europeo (MEPs) tendrán más voz en la futura relación que los parlamentarios en el Reino Unido, limitando la capacidad de Wesmister para dar forma al acuerdo.
Además tiene que aprobar al menos seis leyes para establecer nuevas políticas en el Reino Unido en materia de agricultura, pesca e inmigración.
La decisión del gobierno de no extender el período de transición hará además que a las empresas británicas se les podría dar sólo unas semanas para ajustarse a los detalles de la futura relación entre el Reino Unido y la UE.
Concluyó además que sólo se llegará a un estrecho acuerdo en cuestiones como la relación económica con la UE, la operación de seguridad, el intercambio de datos y la pesca.