Con un saldo de 18 muertos y 42 heridos finalizó este domingo un ataque de cinco horas reivindicado por el Estado Islámico (EI) a un edificio gubernamental, que depende del Ministerio de Hacienda, en la ciudad afgana de Jalalabad, al este del país. Diez personas, incluyendo siete civiles, más los ocho atacantes, murieron y otras 42 resultaron heridas.
El atentando se realizó contra el departamento de Aduanas. Según la versión del gobierno, el asalto comenzó a las 12.50 hora local cuando dos suicidas se inmolaron en un coche bomba cerca del edificio mientras que otros seis atacantes entraron minutos después. De acuerdo con Khogianai, esos hombres fueron abatidos durante la operación de las fuerzas de seguridad, en tanto rescataron a 42 funcionarios.
El portavoz de la Policía de la provincia de Nangarhar, Husain Mashriqiwal, precisó que fueron enviadas tropas especiales para despejar el área. El atentado fue reivindicado por el EI en un mensaje difundido por el sitio web de propaganda Amaq, vinculado al grupo yihadista, en el que afirmó que una operación suicida con un coche bomba golpeó el edificio gubernamental.
En las últimas semanas, varios ataques insurgentes mataron a decenas de personas en Afganistán. En abril pasado, el EI decapitó a tres hermanos médicos en la provincia de Nangarhar, al este del país, tras acusarlos de ser agentes del gobierno.
En menos de un mes, 86 ciudadanos han muerto y 185 resultaron heridos en diferentes ataques a centros de registro de votantes en Afganistán desde que comenzó el proceso de inscripción el 14 de abril para las elecciones parlamentarias, según datos de la Misión de Naciones Unidas para Afganistán (UNAMA). Nangarhar, provincia fronteriza con Pakistán, es una de las zonas más inseguras de Afganistán y en ella, además de los yihadistas, operan los talibanes.