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El merendero “Los Chicos de la Vía” pide colaboración para poder continuar


El espacio de Felipe Moré y Pellegrini le da la merienda a casi 100 chicos todas las semanas y no puede seguir por la falta de recursos

El espacio de Felipe Moré y Pellegrini le da la merienda a casi 100 chicos todas las semanas y no puede seguir por la falta de recursos

Por Diego Carballido

Sobre las vías de Felipe Moré, entre Cochabamba y Pellegrini, funciona desde hace un año el merendero “Los Chicos de la Vía”. El espacio fundado por Luciana Arenzo comenzó como una simple ayuda y se convirtió en un lugar de referencia para las necesidades del barrio. En la actualidad, atraviesa una situación crítica debido a la falta de recursos para poder seguir dando la merienda a los casi 100 chicos que se acercan cada semana.

En diálogo con CLG, Arenzo contó que todo empezó cuando en una oportunidad le tocó recorrer las casas de las compañeras de colegio de su hija que viven en la zona y notó que en todas se repetían la mismas historias de necesidades y complicaciones a la hora de dar de comer a sus hijos.

«Empecé con unos 30 chicos y nos arreglábamos con lo que teníamos. Ahora vienen más 90 y no es fácil darle algo a todos», explicó Arenzo quien además tiene 3 hijos. «Se me hace cada más difícil sostener el merendero porque la demanda es cada vez mayor», agregó.

En “Los Chicos de la Vía” se entrega la merienda dos veces por semana, miércoles y viernes, y una vez al mes se reúnen para festejar todos los cumpleaños  «Hacemos que un adulto responsable de cada familia venga a buscar el alimento porque el lugar donde estamos es chico y no podemos albergar a todos», aclaró Arenzo y agregó que tuvo que pedir la ayuda de otras madres para poder cumplir con la demanda de cada semana y aseguró que están recibiendo chicos de otros barrios.

Leche, azúcar, mate cocido, harina de cualquier tipo y hasta cereales aceptan como ayuda para continuar con la obra solidaria de “Los Chicos de la Vía”, porque como aseguró su referente: «Con lo poco que nos puedan ayudar a nosotros nos sirve muchísimo».

Según la experiencia de Arenzo, la necesidad en su barrio “ha crecido en los últimos años” y llegó al punto que “hasta el 31 de diciembre a la tarde vino gente a preguntar si no teníamos algo para pasar las fiestas”.

Con motivo de las celebraciones de fin de año, desde el merendero se realizaron dos jornadas, el 23 y el 27 de diciembre, donde gracias a donaciones y a la organización de una rifa solidaria pudieron entregar bolsones de mercadería y juguetes para los más chicos.

«Si bien estos son días donde recibimos algo de ayuda. Una vez que se me termine no sé cómo voy a continuar. Esa es nuestra realidad. Hasta pensé en cerrarlo pero ¿Qué le digo a la gente que viene siempre a pedir?”, compartió su angustia Arenzo y puso a disposición su teléfono (341-6299536) para poder contactarse por ayuda para este espacio comunitario de la zona oeste.