El italiano Angelo Sodano fue secretario de Estado de Juan Pablo II y embajador en Chile durante la sangrienta dictadura de Pinochet
El italiano Angelo Sodano fue secretario de Estado de Juan Pablo II y embajador en Chile durante la sangrienta dictadura de Pinochet
El papa Francisco removió al polémico cardenal italiano Angelo Sodano, ex secretario de Estado de san Juan Pablo II y embajador del Vaticano en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet, del cargo que mantuvo durante 14 años como «decano» de los purpurados y anunció que ese puesto dejará de ser vitalicio.
El pontífice aceptó hoy la renuncia del cardenal italiano de 92 años, que se desempeñaba como decano de los cardenales desde 2005, y dispuso que de ahora en adelante el cargo será por cinco años, con opción a una sola reelección.
Históricamente ligado a los sectores conservadores de la Iglesia, Sodano fue Nuncio apostólico (embajador de la Santa Sede) en Chile entre 1977 y 1988.
Luego, fue secretario de Estado entre 1991 y 2006, en una gestión controvertida por acusaciones de encubrimientos de casos de pederastia, entre ellos el del fundador de los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel.
Con la decisión de Francisco, publicada en un carta apostólica en forma de decreto papal (motu proprio), tras los tradicionales saludos a la Curia romana por las navidades que Jorge Bergoglio encabezó este sábado, el cargo de Decado cardenalicio dejará de ser vitalicio.
«Con el aumento del número de los cardenales, compromisos cada vez mayores pesaban sobre la persona del cardenal Decano, me parece oportuno que de ahora en adelante el cardenal Decano, que siempre será elegido por los miembros de la Orden de los obispos permanezca en el cargo por un quinquenio eventualmente renovable», señaló el motu proprio.
Durante el saludo, Francisco le pidió a la Curia romana que se adapte al «cambio de época» actual «sin rígidez» y que preste especial atención a la necesidad de evangelización y «a los más débiles y marginados, especialmente a los migrantes forzados».
El pontífice centró su mensaje del momento de la Iglesia en torno a los debes y haberes de los cuatro Dicasterios de la Curia que, según él, se refieren «explícitamente» a la evangelización: la Congregación para la Doctrina de la Fe, la Congregación para la Evangelización de los pueblos; el Dicasterio para la Comunicación y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
En ese contexto, el pontífice se refirió de forma precisa a la evangelización dentro del Dicasterio al Servicio del Desarrollo Humano Integral que creó en 2016, y planteó que «se lleva a cabo en el servicio a los más débiles y marginados, especialmente a los migrantes forzados, que en este momento representan un grito en el desierto de nuestra humanidad».
«Por lo tanto, la Iglesia está llamada a recordar a todos que no se trata sólo de cuestiones sociales o migratorias, sino de personas humanas, hermanos y hermanas que hoy son el símbolo de todos los descartados de la sociedad globalizada», aseveró.
«Está llamada a testimoniar que para Dios nadie es extranjero o excluido. Está llamada a despertar las conciencias adormecidas en la indiferencia ante la realidad del mar Mediterráneo, que se ha convertido para muchos, demasiados, en un cementerio», dijo a los purpurados y monseñores presentes.
El rol del cardenal decano es clave ya que es el encargado de presidir el Colegio, aunque no tiene poderes de gobierno. Además es el encargado de convocar el cónclave en caso de sede vacante y, si tiene menos de 80 años, también lo preside, es decir que forma parte incluso de los electores.
En el último cónclave, en marzo del 2013, el cardenal Sodano, con más de 80 años, presidió las congregaciones generales de los cardenales y las reuniones previas, pero no pudo entrar en la Capilla Sixtina, por lo que el subdecano Giovanni Battista Re, presidió las votaciones que derivaron en la elección de Bergoglio.