El Vaticano evitó decidir sobre una pelea dentro del episcopado alemán para determinar si los protestantes casados con católicos pueden comulgar con el cónyuge y los invitó a alcanzar una solución aprobada por unanimidad.
En una nota divulgada por la Santa Sede, el papa Francisco invita a los miembros de la conferencia episcopal alemana a «encontrar, en un espíritu de comunión eclesial, un resultado unánime».
Los obispos alemanes fueron convocados el jueves al Vaticano para analizar la espinosa cuestión, la llamada «intercomunión» de las parejas no católicas de matrimonios mixtos.
En febrero, la mayoría de los obispos de Alemania adoptaron con una mayoría de tres cuartos «un proyecto» que permite en algunos casos que el cónyuge protestante de una pareja mixta reciba la comunión en una iglesia católica.
Los matrimonios entre protestantes y católicos son numerosos en Alemania.
Sin embargo, siete obispos se opusieron a dar el consentimiento ya que consideran que se trata de un asunto de responsabilidad de la Iglesia universal, según escribieron en una carta dirigida al Vaticano, en la que solicitan una aclaración.
Protestantes y católicos comparten el bautismo, así como también la eucaristía, pero le atribuyen un simbolismo diferente.
En una declaración emitida después de una reunión con representantes de ambas partes, el prefecto para la Doctrina de la Fe, el jesuita Luis Ladaria, solicitó a los obispos alemanes a que lleguen a «un compromiso ecuménico».
La Congregación para la Doctrina de la Fe, guardián del dogma, no condena, como podría haberlo hecho, la iniciativa de apertura lanzada por el arzobispo Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania y entre los nueve cardenales (C9) que asesoran al papa para las reformas internas.
Francisco ha provocado la reacción de los sectores más conservadores de la Iglesia al permitir que, según el caso, los católicos divorciados que se han vuelto a casar accedan a la comunión.