Por Mario Luzuriaga
Liliana Parodi es, sin dudas, una mujer luchadora. Tanto en la vida como en los medios de comunicación. Tiene a su cargo nada más y nada menos que garantizar al espectador programas de calidad. Ya hace más de 30 años que está en el periodismo e inició bien de abajo, pasando por muchos lugares, siempre detrás de cámara, pero su «reconocimiento», por llamarlo de alguna manera, vino gracias a la creación de uno de los programas que sigue vigente a estos días: «Intrusos», conducido por Jorge Rial.
Pero más allá de eso, Liliana tuvo que lidiar con un sin fin de cosas a la hora de estar al frente de uno de los canales de aire de la televisión argentina.
En este momento de su carrera ha lanzado un libro llamado «En vivo», que relata su vida, sus inicios y la actualidad de su carrera profesional, pero cabe destacar, que siendo la mujer más importante de los medios de comunicación, es que Liliana nunca olvida sus raíces.
En este mano a mano con CLG, vamos a conocer a Liliana Parodi, la mujer de la televisión argentina.
—¿Quién le propuso escribir este libro?
—Para no ser vanidosa, me propusieron formar parte de una colección de libros, en las que había varios referentes de otros ámbitos. En mi caso puntual era para hablar sobre la televisión y acepté, imaginate que es algo importante volcar la experiencia de 30 años de trabajo en este medio, me pareció entretenido. Empezamos a grabar una serie de charlas, no fue que me senté detrás de una computadora o de puño y letra, sino que la editorial las desgraba y me devuelven ese formato de libro, donde hay un montón de datos sobre mi vida familiar y mi historia de vida. Soy una chica del interior que tuvo una familia disfuncional, que tuvo problemas económicos, y eso lo fui relatando y se transforma en este libro en la que está basado en mi vida y también en la tele.
—Más allá de la historia de vida, pudo superarse y eso la llevó al lugar que actualmente ocupa.
—Si claro, seguramente sirva para aquellas chicas que sean estudiantes de periodismo. Por mi parte me fue bien, tengo una carrera profesional y estoy en una posición dentro del medio, en el que siempre hay más hombres que mujeres.
—¿Cómo fueron sus inicios en el periodismo?
—Yo arranqué a estudiar periodismo cuando todavía no había carreras al respecto. Yo en ese momento trabajaba de camarera en un restaurant muy importante de Buenos Aires, que era «Harrods». En ese lugar conocí gente muy importante y eran los dueños de radio Rivadavia. Ahí les pregunté dónde podía estudiar periodismo y me aconsejaron a que vaya a estudiar a «Club de la Prensa». A los tres años, cuando me recibí, les comenté si podía ir a trabajar a algún lugar y me dijeron que la cosa estaba difícil. Me deprimí, cosa que nos pasa a todos, y a los veinte días me llamaron para decirme que había una pasantía por tres meses. Ahí fue que estuve de pasante, sin dejar mi trabajo, y ahí mismo fui quedando, ya que hacía reemplazos y quedé trabajando con hombres como Héctor Larrea, Antonio Carrizo y Cacho Fontana. A los tres años me despiden y después tuve que empezar de nuevo.
—Igualmente, no bajó los brazos y siguió luchando para encontrar un lugar.
—Nunca, ¿y sabés por qué?, porque el motor de toda mi vida, en todos los sentidos, fue la necesidad. La necesidad de empujar a cuestiones positivas, sea una necesidad económica, afectiva o lo que sea. Para mí eso fue un motor, me pasa hoy cuando hago mis programas. Cuando generamos «América en vivo», fue producto de una necesidad, porque teníamos muy poco presupuesto, un estudio con tres cámaras y necesitábamos salir en vivo. Eso hizo que fuera una novedad total, de estar constantemente en vivo.
—¿Cómo fue el período de 1991 al 2000?
—Yo empecé en el 91 a trabajar en radio América, fue la primera emisora de noticias del país que era del grupo, ahí era productora. Después se agregaron pequeños noticieros de cable, a los dos años, la empresa genera el primer canal de noticias de cable que fue CVN. En todos esos arranques me tocó estar y en el 2000, el grupo Eurnekián vende y entra el grupo de la familia Ávila, y ahí mi primer trabajo fuerte fue «Intrusos».
—Hay un momento clave, antes de «Intrusos», que posicionó a América y fue «el caso Cóppola» y la llegada de Mauro Viale a los mediodías.
—Eso fue en el 97 y 98, fue increíble porque Mauro (Viale) entró al canal, y aprendimos mucho del armado de otra televisión. Gracias a eso teníamos casi 20 puntos de rating por día.
—Pero volviendo al 2000, ¿quién tuvo la idea de crear «Intrusos»?
—Yo trabajé en el 93 con Jorge Rial, cuando él deja de trabajar con Lucho Avilés en «Indiscreciones», ahí nosotros hicimos «El periscopio», luego yo me voy a hacer el canal de noticias y él siguió hasta el 95, de ahí empezó nuestra relación. A fines del 99, el gerente de programación me convoca y me pregunta si quería hacer un programa de chimentos con Jorge Rial, ya que se había ido «Rumores». Acepté encantada y me basé en un programa español, que tenía una mesa redonda y me gustó el formato. Entonces con Rial lo armamos y le pusimos «Intrusos», Jorge venía con Ventura, Marcela Coronel ya trabajaba con nosotros, buscamos un personaje extravagante como lo fue Sergio Company, Camilo García que era nuestro y vimos una chica que estaba con Chiche Gelblung que era Viviana Canosa.
—¿Nunca imaginaron que iba a estar vigente hasta el día de hoy?
—Es increíble y jamás pensé que llegaría hasta ahora. Veo los tapes y grabaciones de la época y no puedo creer que hayan pasado veinte años. Eso fue muy divertido y lo mágico que tiene «Intrusos», es que nunca se tomó vacaciones, va de enero a enero. Se adaptó a los tiempos e hicimos «Intrusos en la noche», cuando nos convertimos en el único medio que transmitió en vivo los cacerolazos y dentro de la temática de chimentos, todo lo que se te ocurra.
—Han pasado muchísimas estrellas por el canal.
—Si una gran cantidad de personalidades muy importantes, menos Susana y Tinelli, pasaron todos (risas).
—¿Mirtha Legrand era muy estricta para trabajar?
—Ella es súper profesional, fue una delicia tenerla, más allá que ella está en todos los detalles, de los invitados y demás cosas. Estuvimos al mediodía y en la gestión mía hicimos que este los sábados a la noche y domingos al mediodía. Todo marchó excelente durante 6 meses hasta que se pasó a El Trece.
—¿Fue un desafío traer «Gran Hermano» a la pantalla de América?
—Martín Kweller estaba en la productora «Endemol», quienes tenían los derecho del programa, yo me resistía pero a Daniel Vila le encantó la idea y fuimos para adelante. Fue una linda experiencia para nosotros haber podido realizar el reality.
—¿Por qué no hubo tanta ficción en el canal?
—Porque nosotros tenemos la experiencia basada el vivo, en el periodismo, en la investigación, en los magazines, en los realities, en todo tipo de información general. Si bien hemos hecho una ficción exitosa como «Tumberos», pero hoy en día no hay un presupuesto para hacer una tira. Me encantaría hacer algo como lo que hacen las plataformas.
—¿Cómo se siente ser una mujer fuerte en los medios que, en la mayoría de los casos, lo integran los hombres?
—Yo afortunadamente en el mundo en el que me muevo, que es bastante masculino en su parte dirigencial, no he tenido problemas por ser mujer; salvo cuando te encontrás con algún troglodita que menosprecia, pero también tuve mujeres complicadas de frente. Me encanta poder transmitir toda mi experiencia a las mujeres, mi equipo está formado por muchísimas mujer.
—¿Qué le aconsejarías a los jóvenes periodistas que están haciendo sus primeras armas en el oficio?
—Es lo mismo que pasa en todo el país, lo mismo le pasa a un tornero, a un mecánico o comerciante. Estamos en una crisis que no es del periodismo, sino general. Pero tienen que ser personas disponibles y lo más formadas posibles, no sólo informadas, sino todo el conocimiento que pueden tener les va a aportar en la diferencia con otros que se postulen por el mismo lugar. No está demás que el periodista esté trabajando y formándose a la vez, involucrarse en plataformas y redes sociales.
—¿Cómo ve el futuro de la televisión?
—Lo veo muy complicado en este momento porque está en auge las plataformas y parece que la tele quede relegada. Tenemos que trabajar desde adentro para que esto no suceda. Lo importante de todo son los contenidos, si los subimos a la plataformas y los vendemos para que la gente los pueda consumir, se verá. Lo que trabajamos de estos estamos viendo cuáles serán los contenidos que la mayoría de las audiencias consumen.
—¿Quién es Liliana Parodi?
—Soy una mujer que trabaja mucho y con pasión en lo que le toque. Fundamentalmente soy una buena persona que trata de que a los que la rodean tengan una buena vida.