Este sábado, en el Sínodo dedicado a la Amazonía se aprobó la propuesta de poder ordenar sacerdotes a hombres casados en las zonas más aisladas de esta región. Esto significaria un cambio histórico para la Iglesia Católica en la disciplina de celibato sacerdotal instituido en el concilio de Letrán en 1123.
El documento final que redactaron los 184 obispos participantes en la reunión, realizada en Roma, consiguió 128 votos a favor y 41 en contra. El documento pasó ahora al papa Francisco.
En el cierre del Sínodo, el pontífice dio unas palabras de despedida y aseguró: «Me gustaría subrayar algo: todavía no nos hemos dado cuenta de lo que significa la mujer en la Iglesia. Hablamos de ellas solo para la parte funcional, que es importante. Pero el papel de la mujer en la Iglesia va mucho más allá de la mera funcionalidad».
Francisco explicó que en este sínodo se han escuchado las voces de los pobres y «se ha podido reflexionar sobre la precariedad de sus vidas, amenazadas, afirmó,por modelos de desarrollo que calificó de depredadores».
El papa Francisco denunció que muchas veces, «también en la Iglesia, las voces de los pobres no se escuchan, e incluso son objeto de burlas o son silenciadas por incómodas».