Los últimos datos del recuento oficial de las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Bolivia dan como ganador al actual mandatario y candidato del partido Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, con una ventaja menor a 10 puntos frente al opositor Carlos Mesa. A pesar de la diferencia habría balotaje.
En este sentido Evo Morales dijo: «Faltan como 120.000 votos; vamos a respetar si el resultado final dice que hay segunda vuelta, vamos a ir; y si el resultado dice que no la hay, lo vamos a defender».
Y agregó de forma irónica: «Qué lindo sería ir a segunda vuelta porque ahí estarían todos (los opositores)».
Además señaló que el opositor, Mesa, es «cobarde y delincuente«, también lo acusó de incentivar a «quemar» las urnas.
Conferencia de Prensa. https://t.co/nAacXVHp0d
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) October 24, 2019
Con el 98,59% de los votos escrutados, Morales logra 2,83 millones de sufragios, lo que representa el 46,44% frente a los 2,22 millones de apoyos que obtiene Mesa, un 36,98% del total.
Estos resultados difundidos por anoche por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), organismo muy cuestionado por Mesa, implican una ventaja de 9,54 porcentuales, lo que supone de hecho que habría balotaje según la legislación vigente en Bolivia, consignaron medios locales y la agencia de noticias Europa Press.
Ante la polémica creada por las denuncias de fraude por parte de la oposición y por el retraso en la transmisión de resultados electorales, tanto la Organización de Estados Americanos (OEA) como la Conferencia Episcopal de Bolivia pidieron a las autoridades que se celebre una segunda vuelta como forma de superar la crisis electoral.
«En sintonía con los informes y pronunciamientos de organismos internacionales, como la OEA y la Unión Europea y la opinión expresada por el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, monseñor Ricardo Centellas, consideramos que una segunda vuelta, con una supervisión imparcial, constituye la mejor salida democrática al momento que vivimos», afirmó anoche en un comunicado el secretario general de la Conferencia Episcopal, Aurelio Pesoa.