Por José Odisio
Newell’s retornó a los trabajos. Y poco cambió a la vista. Mismo entrenador, mismos jugadores. Incluso uno menos, ya que Guevgeozian se fue sin pena ni gloria. Se sumó Bernardello en las últimas horas. Entonces, pensar en un cambio profundo, una gran mejoría, suena ambicioso e irreal.
Pero el fútbol no es matemática. Y lo imposible puede pasar. Y ese será el gran desafío del Chocho. Tomar lo bueno del torneo pasado y potenciarlo. Buscar que Sarmiento piense más en el equipo que en su show personal, para eso lo convencieron en quedarse. Intentar que Leal anote unos cuantos goles; y consolidar el buen trabajo defensivo que tuvo el equipo en varios partidos.
Obviamente necesitará de los pibes. Esa apuesta arriesgada pero necesaria de la dirigencia para este año. Braian Rivero, Joaquín Torres y Enzo Cabrera demostraron ser fiables, el resto es toda una intriga.
¿Refuerzos? Bien, gracias. El juez Bellizia puso pautas que imposibilita la llegada de nombres potables. Bernardello llega por pertenencia, pero Newell’s necesita un nueve y ahí es más complicado. Y ese puede ser el Talón de Aquiles. Con Leal como única alternativa pensar en un equipo protagonista es irreal.
Las cartas están echadas. Llop sabe que no le sobra crédito, y tiene un plantel acotado. Los pibes deberán adaptarse rápido. Y los grandes hacerse cargo como puedan. Misión compleja que ayer comenzó a gestarse.