En el marco del Día Mundial de la Alimentación, la Red Argentina de Bancos de Alimentos (REDBdA) reunió a unos 130 directivos de empresas donantes y representantes de organizaciones sociales beneficiarias como parte de la campaña «Que la comida no se tire».
Con 16 bancos de alimentos distribuidos en las provincias del sur, centro y norte del país, la red evitó en 2018 que se desecharan más de 12 millones de kilos de comida y los distribuyó entre 2.670 entidades, que -a su vez- llegaron a 377.318 personas, informó durante el encuentro Natascha Hinsch, directora ejecutiva de REDBdA.
«Es mucho, pero es muy poco comparado con la cantidad de alimentos que se desperdician en toda la cadena de producción«, agregó Hinsch, y afirmó que según las últimas estimaciones de la Secretaría de Agroindustria de la Nación, en Argentina se desechan cada año 16 millones de toneladas de comida apta para consumo, que equivalen al 30% de los alimentos disponibles, según REDBdA.
Estos bancos que conforman la red reciben de las empresas alimentos y productos de higiene que no pueden ser comercializados -en la mayoría de los casos porque están prontos a vencer o tienen errores de etiquetado- pero que son aptos para consumo. Luego de recibir los productos, la red los distribuye entre las organizaciones que los necesita.
REDBdA, como organización sin fines de lucro, es parte de la Red Global de bancos de alimentos (The Global Food Banking Network, en inglés) que está presente en más de 30 países, y hoy publicó un informe con cifras de desperdicio y rescate de comida a nivel global.
«Las cifras son impresionantes, más 62 millones de personas se ven beneficiadas actualmente con el trabajo de los bancos de alimentos», dijo Hinsch al leer el informe. Y agregó: «El año pasado unas 2,68 millones de toneladas de alimentos aptos para consumo humano se rescataron entre todos los bancos del mundo, y esto afectó positivamente al medio ambiente, porque evitamos que 10.500 millones de kilos de dióxido de carbono (CO2) se lanzaran a la atmósfera». Por esto, para la directora ejecutiva de REDBdA, el trabajo de los bancos de alimentos tiene un «triple impacto: económico, social y ambiental».
La red se conformó en 2003 agrupando a bancos de alimentos que habían surgido con la crisis de 2001 y hoy, cada vez con más socios, está presente en las provincias de Río Negro, Mendoza, San Juan, Santiago del Estero, Córdoba, San Luis, Tucumán, Salta, Jujuy, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires.
«Es una red colaborativa de empresas y voluntarios que soñamos un mundo y un país sin hambre», dijo Liliana Cagnoli, presidenta de REDBdA, e invitó a los presentes a sumarse a la campaña «Que la comida no se tire», que lleva adelante la entidad.