La triste situación que están atravesando por estas horas los dueños y coordinadores del Comedor Busca Vida puede traducirse en una sola frase: “Perdimos absolutamente todo”. El centro barrial ubicado en Avellaneda 4300 se incendió el pasado martes y causó una gran tristeza en el barrio, ya que albergaba y alimentaba a más de 200 chicos de la zona.
Con La Gente dialogó con Maira Ayala, una de las organizadoras y compañeras de Adriana Ordóñez, dueña de la casa donde está el comedor, a quien todavía le cuesta creer todo lo que ocurrió y, por supuesto, la cantidad de cosas y de proyectos que quedaron bajo los escombros ardientes.
“Adriana recién hoy se está dando cuenta que se incendió el comedor. Ayer estaba en un estado de shock y es entendible: se le incendió la casa y perdió absolutamente todo”, señaló Maira.
“Los chicos al comedor vienen los lunes y jueves. Hoy, durante la mañana, se acercaron a preguntarnos si mañana iban a poder venir. Este es un lugar al que vienen 205 nenes. A lo que nos pasó lo siente gran parte del barrio”, añadió.
Consultada sobre las necesidades urgentes que tiene el comedor, manifestó: “Nos hacen falta materiales para levantar las paredes. Eso principalmente. En lo que es adentro, nos faltan los platos de los chicos, ollas, sillas, mesas y demás instrumentos de cocina”.
“Hace 15 días realizamos un evento solidario para recolectar comida, cosa que tenemos que hacer porque Desarrollo Social no nos manda nada. Hoy, todo lo que juntamos y todo ese esfuerzo que pusimos para que los chicos puedan comer, se perdió”, indicó afligida Maira.
“Se nos quemó todo el dinero que teníamos destinado a comprar cosas. También perdimos los papeles y documentos de los 205 chicos que vienen todos los lunes y jueves. Tenemos que hacer todo eso de nuevo. Pero no nos queda otra. Estamos tratando de encontrarle una salida a este problema”, concluyó.
Foto: gentileza Somos Rosario
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