El balneario Notiluca, ubicado en la zona del muelle de Villa Gesell, es desde hace más de una década la primera playa integrada del país, con rampas y caminos adaptados para personas con discapacidad, sillas de soportes, sillas anfibias y bicicletas adaptadas.
«En el año 2006 comenzamos a construir el balneario y en 2007 comenzamos el proyecto sobre la accesibilidad, para a partir del año siguiente en adelante desarrollar la accesibilidad que nosotros llamamos al 100%», contó Marcelo Santurión, el propietario del balneario en una charla con Télam.
El también presidente de los Concesionarios de playas de Villa Gesell agregó que en 2012 el balneario obtuvo una distinción por accesibilidad otorgada por el entonces Ministerio de Turismo de la Nación como parte del Sistema Argentino de Calidad Turística.
Al acercarse a la calle 126 y playa, donde se encuentra el balneario, el visitante se encuentra con una extensa rampa de acceso de 20 metros de largo que baja directo a las carpas, que permite que cualquiera que llegue con su silla de ruedas pueda acceder a su carpa sin inconveniente.
El concepto de playa integrada implica que el balneario cuenta con todos los servicios de un balneario común pero adaptados, por lo que se asegura que quienes se trasladen por la playa hasta el agua van a poder hacer todo el circuito sin dificultades.
«Para eso contamos con rampas de acceso, con pendientes normalizadas, con la circulación asegurada dentro del balneario, con baños adaptados, sillas de soportes, sillas anfibias, bicicletas adaptadas y personal de asistencia», detalló Santurión.
En tal sentido, el municipio local puso a disposición personal que fue capacitado y entrenado en el balneario para la prestación del servicio, tanto dentro como fuera del agua.
Cada persona que ingresa con una silla anfibia al agua va asistida por guardavida, además de personal de asistencia.
«Nosotros tenemos más de 10 sillas de cuatro tipos diferentes, además de las convencionales que nos provee Cilsa; y en cuanto al servicio de gastronomía tenemos menú para celíacos, vegetariano y también nuestro menú en braille, así como disposiciones e infraestructura adaptada para no videntes», agregó.
Santurión recordó que en un principio, cuando no existían las redes sociales, corría el boca a boca sobre la existencia de una playa integrada, hasta que llegó la distinción, el uso de las redes y el contacto con diferentes asociaciones.
«En noviembre se organiza un evento a nivel nacional de un centro de vida donde va a haber más de 200 personas con discapacidad que vienen al balneario a intercambiar ideas y plantear necesidades y posibilidades de turismo, de acá hacia adelante», contó.
El balneario cuenta con un universo de 100 carpas convencionales, a las que llegan caminos para que puedan arribar sillas de ruedas, y unas 20 que son gratuitas, donde se solicita un certificado de discapacidad.
«El servicio sin cargo es hasta cuatro personas -explicó- porque nosotros privilegiamos las personas que tienen la discapacidad, y lo único que solicitamos cuando llegan es el certificado de discapacidad para también tener un registro y un control».
Este registro arrojó 600 certificados, por lo que según los cálculos de Santurión, a cuatro personas por cada certificado, «han pasado más de dos mil por este espacio», y agregó que seguramente va a seguir creciendo, para lo cual ya hay proyectadas actividades acuáticas, siempre bajo el concepto de playa integrada.