Lionel Messi fue elegido por la Fifa como el mejor futbolista de la temporada 2018/19 y se quedó con The Best el único premio individual que no había ganado. La estrella del Barcelona se impuso por sobre Virgil van Dijk y Cristiano Ronaldo, quien no viajó a Milán.
El delantero argentino no tuvo su mejor temporada, pero a nivel individual obtuvo su sexta Bota de oro, gracias a sus 36 goles, con los que volvió a transformarse en el jugador que anotó más tantos en Europa en la campaña pasada 2018/2019. A nivel grupal, con el Barcelona ganó La Liga, pero perdió la Champions League en semifinales ante el Liverpool y cayó en la final de la Copa del Rey ante el Valencia. Además, con la selección argentina no pudo conquistar la Copa América, certamen en el que apenas convirtió en una ocasión.
Sin embargo, esto fue suficiente para ser elegido como el mejor de todos. La sorpresa fue que se impusiera sobre Van Dijk, quien había sido elegido por la Uefa como el mejor jugador del Viejo Continente.
Messi ya contaba con cinco Balones de Oro, cuando el premio que otorga la revista France Football contaba con el aval de la Fifa. Luego de la escisión, cuando la entidad que rige el fútbol mundial instauró The Best, Cristiano Ronaldo se había alzado con las primeras dos estatuillas y la restante la había ganado Luka Modric, subcampeón de la Copa del Mundo 2018 con Croacia.
«Antes que nada quiero agradecerles a todos los que decidieron que este reconocimiento era para mí. A pesar de que de lo lindos que son estos reconocimientos, para mí los premios individuales son secundarios, primero está lo colectivo. Es una noche especial para mí, tengo la suerte de tener sentada ahí a mi mujer y a dos de mis tres hijos. Es la primera vez que están acá. Thiago estuvo en una de estas galas y era muy chiquito.
Son dos enamorados del fútbol y están enloquecidos de ver a los jugadores alrededor, con vergüenza. Ciro quedó en casa, le mando un saludo. Es una noche extraordinaria», dijo, con el premio en sus manos y ante la sonrisa de su familia que lo apoyó desde la platea del teatro La Scala.
Fue Gianni Infantino, presidente de la Fifa, quien le entregó el premio al astro rosarino la estatuilla. Messi también integró el 11 ideal de la entidad y no resultó el único argentino galardonado: Marcelo Bielsa se quedó con el reconocimiento al Fair Play, por el gol que se dejó convertir el Leeds ante Aston Villa, para compensar que la conquista con la que se había puesto en ventaja se había dado con un rival lesionado.
Reconocido y admirado por sus pares, Messi fue la gran atracción de la gala desarrollada en Italia. Recibió la admiración de sus colegas, por ejemplo, de la estadounidense Megan Rapinoe, elegida mejor futbolista del mundo. Mientras daba una entrevista, al verlo pasar al lado suyo en la alfombra roja, no pudo evitar frenar su alocución para observarlo. Y ya en el momento del anuncio del equipo ideal, resultó largamente el más ovacionado. A los 32 años, la Pulga vuelve a estar en la cima del planeta fútbol. Pero no le sobra el tiempo para disfrutarlo: mañana volverá a jugar para el Barcelona frente al Villarreal, por la Liga de España.