El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, se presentó este lunes en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados para presentar el proyecto de Ley de Presupuesto para 2020 para obtener la aprobación de ambas cámaras.
El plan de Lacunza contempla un crecimiento del PBI del 1%, una inflación en torno a 34% y un dólar promedio de 67 pesos, pero se espera que se trate después de las elecciones de octubre.
En el inicio de su presentación, el ministro de Hacienda admitió: «Los resultados a estos cuatro años han sido inferiores a los esperados». Lacunza consideró que esta situación se debe «a una combinación de herencia, inconsistencias y algunos factores externos (sequía y corte de financiamiento a los mercados emergentes)».
«El gradualismo tuvo que ser financiado por deuda, que en general se fue a financiar en mercados externos», agregó.
Durante su presentación, el ministro de Hacienda fue muy autocrítico con las medidas económicas implementadas por el gobierno nacional durante los años del gobierno. «El esquema monetario y cambiario de 2016 y 2017 no alcanzó a ser robusto para hacer frente a los shocks externos», expresó.
«El corte del crédito voluntario derivó en un préstamo stand by del FMI que no es otra cosa que sustituir préstamos del mercado a tasas inferiores, para no tener un corte abrupto del financiamiento y obligar a un severo y repentino ajuste», señaló.
Lacunza también consideró que «la incertidumbre electoral nos fue acortando los plazos de la renovación de la deuda y tras las elecciones primarias hubo una reacción del mercado que se duplicó el riesgo país y una depreciación nominal del 25% de la moneda local».
«(Las regulaciones) son medidas incómodas no propias para el desarrollo de un país pero sí para evitar males mayores y que afecten a los sectores de ingresos medios y bajos que tienen menos posibilidad de defenderse de las turbulencias», dijo.