El 5 de septiembre de 1946 nació en Tanzania una de las figuras más importantes de la música internacional: Freddie Mercury. En el día que el líder de Queen, fallecido en Londres en 1991, cumpliría 73 años, lo recordamos con un video del concierto que pasó a la historia. Las imágenes resumen los poderes del astro.
Se trata del recital que Queen brindó el 12 de julio de 1986 en el estadio de Wembley, en la capital inglesa. «Nunca he visto a un hombre atrapar el mundo entero en la palma de su mano de esa forma», describe Peter Freestone, asistente personal de Freddie Mercury en una nota publicada por el diario español El País.
Su impresionante voz, su impecable estilo, su actitud transgresora y hasta su bigote pasarían a la historia de la música y la cultura popular. Quienes estuvieron ahí, en esa noche de verano, afirman que el cantante era consciente de que estaba haciendo historia. Una improvisación de dos minutos condensa todo lo que convirtió a Mercury en una leyenda.
“Sí, soy estrafalario, y si no te gusta me importa un carajo”, expresaba Freddie ante un cautivo público. Su energía, ímpetu y carisma en el escenario, su forma de moverse de un lado al otro generaban uno de los mejores espectáculos que los fanáticos de la música podían ver. Además, su talento y la capacidad de alcanzar notas con las que muchos cantantes sólo pueden soñar, completaban un paquete perfecto.
Su sexualidad fue un tema reiterado de conversación, pero a él no podía importarle menos. No sentía pudor, ni vergüenza de mostrarse tal cual era. Eso también fue una marca, sabía que si a alguien le molestaba, era su problema.
Casi dos minutos de un mundo detenido
El recital de Wembley se desarrolló algunos años antes de la muerte de Mercury. “The show must go on” (El espectáculo debe continuar) fue lanzado en ese entonces y se convirtió en un clásico de la música y en una frase clave. Era su forma de vivir, y así lo llevó adelante hasta los últimos días, en los que no paró de componer y grabar.
Freddie Mercury murió en Londres el 24 de noviembre de 1991, su legado está más vivo que nunca.