La empresa china Huawei acusó hoy al gobierno de los Estados Unidos de lanzar una serie de ciberataques para infiltrarse en sus redes internas y de organizar una campaña para intimidar e incluso «arrestar ilegalmente» a sus empleados.
La declaración se produce en paralelo al inicio de una investigación del Departamento de Justicia norteamericano por el presunto robo de patentes de cámaras de teléfonos inteligentes, una acusación que la compañía asiática rechazó de forma rotunda.
El gobierno estadounidense «ha estado utilizando todas las herramientas a su disposición, incluidos los poderes judiciales y administrativos, así como una serie de otros medios sin escrúpulos, para interrumpir las operaciones comerciales normales de Huawei y sus socios«, denunció la empresa en un comunicado.
Entre otros puntos, la firma china acusó a la Casa Blanca de «instruir a las fuerzas del orden público para que amenacen, coaccionen e inciten a empleados y ex empleados de Huawei a volverse contra la empresa y trabajar para ellos«, así como a «buscar, detener e incluso arrestar ilegalmente a empleados y socios de Huawei».
También acusó a la administración del presidente Donald Trump de «lanzar ciberataques para infiltrarse en la intranet de Huawei y en los sistemas de información interna«, así como de «enviar agentes del FBI a los hogares de los empleados de Huawei y presionarlos para que recopilen información sobre la compañía».
Además, le achacó haber dado la orden de «movilizarse y conspirar con compañías que trabajan con Huawei, o tienen un conflicto comercial con Huawei, para presentar acusaciones sin fundamento contra la compañía».
La empresa, principal fabricante mundial de equipos de telecomunicaciones y segundo de smartphones, cuestionó que en el plano internacional «el gobierno de los Estados Unidos ha estado aprovechando su influencia política y diplomática para presionar a otros gobiernos para que prohíban los equipos de Huawei«.
Durante los primeros meses de 2019 fueron varios los funcionarios de Trump que visitaron los gobiernos de países aliados, principalmente en Europa, para advertirles sobre la supuesta peligrosidad de Huawei y su supuesto rol de espía del gobierno chino, con el objetivo de que vetaran a la empresa del desarrollo de las redes de 5G.
Esta advertencia fue esgrimida incluso por el propio secretario de Estado, Mike Pompeo, pero la denuncia -carente de pruebas- no caló en los aliados europeos, que en su mayoría decidió no prohibir a Huawei.
La declaración de la empresa es una respuesta a un artículo publicado en 30 de agosto por el diario The Wall Street Journal, que dio a conocer la investigación por presunto robo de patentes.
«Estas acusaciones son falsas«, subrayó la compañía, y detalló su versión de los hechos sobre este episodio, al que consideró una búsqueda de «alimentar una narrativa falsa a los medios de comunicación en un intento de empañar la reputación de Huawei».
«Condenamos enérgicamente el esfuerzo maligno y concertado del gobierno de los EEUU para desacreditar a Huawei y frenar su posición de liderazgo en la industria«, afirmó.