Por Mario Luzuriaga
Kapanga es una de esas bandas de rock nacional que se hace querer y respetar con sus melodías y letras festivas. Muchas de ellas animan fiestas o son modelos para transformarse en canciones de cancha.
Hoy por hoy siguen girando por todos lados y llegarán a Rosario por única vez en el año, el próximo 6 de septiembre en la Sala de las Artes. Previo a su show Martín «Mono» Fabio, cantante de la banda, dialogó con CLG.
—Se vienen con todo para este recital, acá en Rosario.
—Estamos contentos de volver a uno de los lugares que es como nuestra casa. Hace un tiempito que no íbamos, la última vez fue con «Spectaculum», el proyecto que era para el público estuviera sentado en una butaca. Ahora los vamos a ir a visitar y sacudirlos un poco.
—¿Qué es lo que más te gusta del público rosarino?
—La verdad es que tengo muchos amigos, es un lugar que me hace sentir muy cómodo. La gente es increíble y afianzamos un vínculo muy especial con los rosarinos.
—¿Creés que la música que hacen sirve para paliar los momentos de crisis en las que vivimos?
—Yo creo que la música está para crear una estado de bienestar a la gente. En el caso de «Kapanga», el objetivo es entretener, lo venimos logrando hace años y cuando tenes una devolución como la que tenemos en cada show, donde vemos que la gente se divierte, la pasa bien y se saca un poco la mierda de encima, eso está bueno. Siempre hay un público nuevo que nos conoce y tiene esa magia, lo último que nos pasa es que van chicos más chicos y lo bueno es que se puede compartir en familia. Más allá que con alguna canción bajes una línea, la banda transmite alegría.
—¿Te pasó que en algún casamiento que suena»Kapanga» y la gente empieza a bailar?
—Sì, y está bueno, pero ya ahora estoy en la etapa de ir más a los velorios, que a los casamientos o cumpleaños de 15 (risas). Cada vez que voy como invitado me llevo un pendrive con tres pistas, entonces como saben que voy a estar, le paso el pendrive al DJ y me pongo a cantar. A veces pienso que les cago la fiesta (risas) o ves que vas con tus hijos y demás y notas que podés avergonzar a los chicos… En cinco minutos pueden conocer lo peor de nosotros, entonces no se si está bueno o es contraproducente (risas).
—Pero también está bueno cuando las canciones pasan a la cancha.
—Eso es una locura también, pero está bueno porque ahí te das cuenta que una canción pasó a la popularidad. En la hinchada no todos son seguidores de «Kapanga», pero ahí es cuando trasciende la canción y los que componen las canciones de la cancha son unos genios.
—¿Están trabajando en algo nuevo?
—Estamos ahí con nuevas canciones y en la etapa de escuchar lo que cada uno tiene. Calculo que en menos de un mes estaremos para grabar algunas cositas. Esperemos que a fin de año salga algo y también acomodándonos a las nuevas formas de cómo se escucha música. Nosotros somos de la vieja escuela, pensamos en un disco completo, con un arte, una tapa; y me parece que se está yendo por otro lado. Entonces es aprender otra cosa que es nueva y a las nuevas generaciones es más fácil. Nosotros pensamos como gente que creció con el vinilo, el cassette y el CD; y hoy aparece una plataforma digital y con un clic te bajas toda la discografía completa del artista que vos quieras por unas monedas.
—¿Están en contacto para hacer colaboraciones con otras bandas?
—¿Es la moda no? A mí ese término no me gusta, para mi ver un cantante feat otro, esa palabra «feat», me la baja (risas). Cuando le tomás la idea me pasa eso que te negás, igual en toda nuestra historia tuvimos grandes invitados como Ricardo Mollo, Adrián Dárgelos, Andrés Ciro, Mimi Maura, Árbol y yo he colaborado con un montón, antes de la palabra «feat». Nos tendremos que acomodar, pasa eso de «feat» en artistas de Trap, que no tienen un solo disco grabado.