Los padres de Benjamín, el nene de 8 años herido con una bala perdida ayer cuando esperaba que comience su partido de fútbol en el club Pablo VI, aguardaban estaba mañana el parte médico de su hijo en la puerta del Hospital de Niños Víctor J. Vilela. Con preocupación, pero esperanzados de que el niño va a salir adelante, conversaron con la prensa.
«En un segundo arruinan a una familia», expresó Javier, el papá del nene en diálogo con TN. Agregó que sólo espera el nene «se recupere» y «lo demás no importa», en relación al autor del balazo que podría haber matado al chico. La bala que hirió a Benjamín se alojó en su cráneo y fue descubierta por los médicos cuando llegó al Vilela, mediante una tomografía. Ninguno de los presentes vio al tirador, ni escuchó las detonaciones.
Benjamín fue operado dos veces y se encuentra estable. Según contó su papá, la segunda cirugía, practicada anoche por los médicos del Vilela fue un poco más compleja. Su papá contó a los medios que ayer, antes de entrar a jugar, su hijo se desvaneció y le empezó a sangrar la cabeza.
«Se desmayó y luego volvió en sí. Logró ponerse de pie y caminar. Dijo que le dolía la cabeza, y se desvaneció nuevamente», dijo. Quienes estaban en el lugar pensaron que se había desmayado y que la herida era por un golpe. «Enseguida llamaron a la ambulancia, pero les dijeron que iban a tardar y el padre de otro chico decidió trasladarlo de urgencia en su auto», indicó.