Por José Odisio
El fideicomiso se puso en marcha. Pasaron más de 4 meses de aquellas primeras reuniones entre oficialismo y agrupaciones opositoras y la sensación es que llegó tarde. Las diferencias iniciales sobre las formas, la burocracia bancaria, la demora judicial y otras cuestiones hicieron que esta ayuda para traer jugadores apareciera cuando el libro de pases terminó. Una pena.
Pero hay cuestiones del fideicomiso que se deben rescatar. Más allá de diferencias políticas irreconciliables, oficialismo y oposición entendieron que era un momento de unirse. Pelear el descenso requiere del apoyo de todos, y acá estuvo. Incluso el Tata Martino participó de una reunión y pidió dejar mezquindades de lado. Y simbólicamente la mayoría de las agrupaciones hicieron su aporte inicial, como para marcar el camino para aquellos hinchas que realmente puedan marcar la diferencia con su apoyo económico.
Ese es el punto. Newell’s le abrió la puerta a muchos hinchas, incluso aquellos jugadores o técnicos con sangre rojinegra para que den una mano. Y la idea es juntar como mínimo un millón de dólares. Y ese dinero, puede ser la diferencia en enero, cuando la dirigencia afronte un mercado donde traer un jugador de jerarquía. Puede ser la diferencia entre sufrir o no en el cierre de una temporada donde la tabla de promedios amenaza con no dejar a la Lepra en paz.