Por Enrique Genovar
En el fútbol hay muchísimas frases hechas. Que por más que pase el tiempo no pierden valor. Y varias de ellas han conseguido fama porque fueron y son los entrenadores quien con algunas actitudes comunes a lo largo de los años le han dado trascendencia.
Una de las más famosas a lo largo del tiempo es la que reza “equipo que gana no se toca”. Una frase simple cuyo significado está a la vista. Pero más allá de su simpleza tiene varios motivos que llevaron a su uso.
El principal o más común es que si un equipo ganó con un once por qué el técnico tendría que tocar esa formación, que consiguió el objetivo, para el próximo partido. Pero muchas veces el “equipo que gana no se toca” se ha respetado solamente por una cuestión de cábala. Es que el fútbol es muy cabulero o mejor dicho los que lo protagonizan.
Claro que también están los que no hacen honor a esta frase y lo hacen porque no sólo se basan en analizar el resultado, sino que su análisis abarca muchos aspectos.
Diego Cocca puede repetir el once que viene ganando y que está puntero en la Superliga. Pero también puede hacerle modificaciones. Cualquiera de las dos opciones que siga el entrenador de Central es válida y tiene fundamentos.
Pero no hay dudas de que quedarse solamente con los resultados obtenidos hasta acá para tomar una decisión es un error. El técnico dijo en conferencia que debe analizar otros aspectos y está bien. Y sin duda, el resultado de lo que evalúe le dará que por lo menos el equipo deberá presentar un cambio para ir a la casa del Ciclón. Y sin dudas esa o esas modificaciones deberán estar de mitad de cancha hacia adelante; en ese sector el equipo necesita mejorar independientemente de que haya cosechado hasta acá todo lo que jugó. Falta para saber qué hará Cocca, pero esta vez debería tirar por el piso la frase que dice “equipo que gana no se toca”.