Por Matías Gregorio
Tras un largo debate en el recinto del Palacio Vasallo, el Concejo Municipal de Rosario convirtió en ordenanza el proyecto que rechaza cualquier iniciativa que habilite a los clubes sociales, culturales y deportivos, a convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas.
La iniciativa, propuesta por el concejal Eduardo Toniolli, surgió en contraposición al proyecto que presentó en la Cámara Baja el diputado nacional de Cambiemos Nicolás Massot, en el cuál buscan fomentar la instalación de estas sociedades en los clubes de todo el país.
El Concejo Municipal acaba de aprobar un proyecto de Declaración que rechaza cualquier iniciativa que habilite a los clubes sociales, culturales y deportivos, a convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas. Bregamos para que los únicos dueños de los clubes sean sus socios. pic.twitter.com/pGaZaDsb9h
— Eduardo Toniolli (@eduardotoniolli) April 12, 2018
Para conocer los detalles de la sesión y los argumentos de la flamante ordenanza, Con La Gente dialogó con Pedro «Pitu» Salinas, concejal de Ciudad Futura, bloque que se adhirió a la propuesta.
«Privilegiamos las vidas comunitarias de estas instituciones y el formato jurídico que tienen de asociación civil, donde los dueños de los clubes son los socios y las socias», aseguró Pedro Salinas.
Además, «Pitu», hizo un repaso por las experiencias que han tenido los clubes de la Argentina con las Sociedades Anónimas: «Todos los casos han sido lamentables. El mejor ejemplo es el de Racing. Fernando Marín, quién es parte del gobierno nacional, particularmente de la Secretaría de Deportes, fue el gerente en esa experiencia donde el club de Avellaneda terminó en quiebra».
El proyecto contó con la aprobación de todos los bloques políticos, a excepción de los concejales de Cambiemos, quienes solicitaron su abstención. Sobre esto, Salinas opinó: «Nos abre la incógnita sobre cuál es el verdadero Cambiemos. El que se saca fotos todos los días en los clubes de barrio regalando pelotas y redes o este que cuando hay que posicionarse para que los clubes persistan y profundicen su labor, se llama al silencio».
«Nos manifestamos en rechazo porque entendemos que las pasiones no se compran ni se venden. Los clubes en nuestro país tienen una valoración social, un arraigo en la comunidad y generan un nicho de identidad muy fuerte, por lo cuál hay que defenderlos sobre todas las cuestiones», concluyó uno de los referentes de Ciudad Futura.