La medida fue impulsada por vecinos del barrio, quienes denuncian que locales de la zona no se adecúan a la ordenanza vigente
Luego de que la Justicia haya ordenado una cautelar, por medio de la cual no podrán habilitarse nuevos locales en el barrio Pichincha, gremios gastronómicos salieron al cruce y aseguran que la determinación es una “barbaridad”. La medida había sido impulsada por vecinos de la zona, quienes denuncian desde hace tiempo que los comercios no se adecúan a la ordenanza vigente.
Sindicatos y comerciantes gastronómicos expresaron su repudio a la orden judicial y manifestaron que se ponen en juego puestos de trabajo “de manera directa e indirecta”.
CLG dialogó con Sergio Ricupero, secretario general del sindicato de Gastronómicos de Rosario, quien aseveró: “Nosotros estamos totalmente en contra. Pensamos que esto es una barbaridad”.
“Creemos que, sinceramente, siempre pasa lo mismo. Cuando la Justicia es amiga o busca amigarse con una de las partes del conflicto, seguramente perjudica a la otra. Creo que había otras instancias en las que se podría haber llegado a una solución, pero no fue así”, sentenció.
Vecinos, cansados e indignados, entrevistaron a profesionales para ir a la Justicia y ellos mismos costearon los honorarios. Fue el Dr. Pedro Antonio Boasso quien hizo lugar a la presentación judicial.
“Estamos cansados. No se puede dormir. Hay gente que se tiene que ir a descansar a la casa de sus familiares porque no puede hacerlo en su hogar debido a los ruidos. No estamos pidiendo nada raro ni extraordinario. Sólo que se cumpla la ordenanza vigente”, había declarado a CLG Guillermo Kramp, uno de los vecinos de Pichincha, quien lleva adelante el reclamo desde el año pasado.
Asimismo, Ricupero lanzó: “Nosotros como actividad venimos siendo castigados con los puestos de trabajo y con la crisis económica que hay en el país. Y encima a los pocos comerciantes que se animan a abrir un negocio hoy, se los castiga de esta manera. Realmente pensamos que es una mala actitud”.
“Tampoco es que estamos en contra de los vecinos. Ellos tienen derecho a quejarse y a gestionar situaciones para vivir tranquilos. Hay otras instancias, hay controles que se podrían hacer. También podría haber un juez que haya mediado entre las partes para ver de qué manera se podrían haber cotejado los intereses, pero se ve que no tenía muchas ganas de trabajar. Dijo que no se abrían más negocios, y punto”, manifestó el dirigente gremial.
“Nos parece una medida totalmente desacertada, porque los problemas siguen estando y nada se ha solucionado. Si había problemas con los negocios que están abiertos, los mismos persisten”, concluyó.